¿Qué es el ácido acetilsalicílico?

El ácido acetilsalicílico (AAS) es más conocido por la mayoría de las personas por su nombre común, aspirina. Una combinación de salicilato de sodio y cloruro de acetilo, este medicamento es el primer medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que se desarrolló y se ha utilizado durante más de un siglo. Fue desarrollado por Charles Frederic Gerhardt a mediados del siglo XIX, pero no ganó popularidad hasta principios del siglo XX, cuando su capacidad para reducir el dolor y la fiebre se notó ampliamente y la empresa Bayer® comenzó a fabricarlo y distribuirlo en muchos países.

Sin duda, el ácido acetilsalicílico tiene numerosos beneficios y usos. Además de ser un fármaco antiinflamatorio eficaz, que puede ayudar a tratar lesiones menores o hinchazón, la aspirina puede reducir el dolor de cabeza y calmar la fiebre. Tiene otros usos y uno de los más comunes es evitar que las plaquetas formen coágulos de sangre o prevenir daños después de un derrame cerebral o un ataque cardíaco. Varias personas usan AAS a diario para la prevención de la formación de coágulos sanguíneos, especialmente si se han sometido a una cirugía en las válvulas cardíacas o se les han colocado stents. A quienes piensan que están teniendo un ataque cardíaco a menudo se les dice que tomen una aspirina de inmediato.

Hasta la década de 1980, la aspirina se usaba ampliamente en personas de todas las edades siempre que ocurría una enfermedad con fiebre o lesiones menores o condiciones de dolor. Empresas como Bayer® fabricaban fórmulas para bebés o niños y fórmulas para adultos. En la actualidad, se desaconseja ampliamente su uso en niños, a menos que el fármaco tenga fines anticoagulantes. Cuando se estableció una conexión entre el ácido acetilsalicílico y un mayor riesgo de síndrome de Reye, que puede causar problemas hepáticos e inflamación del cerebro, se cambiaron las recomendaciones de uso.

Los niños menores de 12 años, a menos que tengan un defecto cardíaco congénito que requiera medicamentos anticoagulantes, no deben usar aspirina y nunca debe usarse en niños con gripe estomacal, enfermedades respiratorias o varicela. Estas infecciones aumentan el riesgo de Reyes. La aspirina para bebés todavía está disponible porque su tamaño de 81 mg es la dosis antiplaquetaria diaria recomendada.

No todas las personas toleran bien el ácido acetilsalicílico. El uso frecuente está relacionado con un mayor riesgo de úlceras de estómago. Las personas que usan más de la dosis recomendada también pueden desarrollar zumbidos en los oídos. Algunas personas tienen intolerancia a los salicilatos, que se manifiesta con sarpullido o urticaria al tomar el medicamento.

Existen recomendaciones adicionales para el uso de ácido acetilsalicílico. No debe tomarse con otros medicamentos que aumentan las propiedades anticoagulantes como otros AINE o medicamentos como la warfarina. El uso de otros AINE al mismo tiempo también crea una mayor irritación del estómago y riesgo de úlceras. Otros medicamentos también pueden interactuar con la aspirina, y las personas con afecciones médicas complejas deben consultar a sus médicos antes de usar AAS.

Los nuevos desarrollos de medicamentos a mediados del siglo XX atenuaron un poco la popularidad de la aspirina. Cuando el acetaminofén y el ibuprofeno entraron en escena, el ácido acetilsalicílico no siempre fue el primer fármaco preferido y, combinado con sus posibles riesgos para los niños, la venta de aspirina disminuyó. Los beneficios del fármaco desde una perspectiva cardíaca han aumentado recientemente las ventas, y los nuevos hallazgos sobre los problemas con el acetaminofén hacen que muchas personas vuelvan a consumir aspirina.