La educación cívica es una rama de las ciencias políticas que se centra en el papel de los ciudadanos en sus gobiernos. En muchas naciones, es una parte fundamental de la instrucción para los estudiantes que están a punto de graduarse, asegurando que todos los ciudadanos tengan al menos un conocimiento básico de la misma. El estudio de la educación cívica puede combinarse con la economía, porque los sistemas políticos y económicos a menudo están estrechamente entrelazados, y comprender ambos puede ser clave para tener éxito en la sociedad.
Los estudiantes de esta disciplina analizan tanto los deberes como los derechos de los ciudadanos, desde el pago de impuestos hasta la atención médica. También pueden examinar algunas de las cuestiones éticas más importantes involucradas en la política, junto con el funcionamiento de sistemas específicos de gobierno. En un nivel básico, la educación cívica informa a las personas sobre las sociedades en las que viven y cómo pueden interactuar con el gobierno. En un nivel más avanzado, este campo puede implicar una exploración de los problemas sociales de una sociedad y observar la forma en que la historia, las normas sociales, la política económica y otros factores influyen en la salud de una nación y su gobierno.
En las clases de educación cívica, a los estudiantes generalmente se les enseña sobre el sistema de gobierno utilizado en su nación y las implicaciones de ese gobierno en sus propias vidas. También se alienta a los estudiantes a involucrarse en sus gobiernos, con muchas clases que incluyen tareas como escribir cartas a funcionarios electos, visitar oficinas gubernamentales o hablar con políticos locales. Por lo general, el objetivo es lograr que los estudiantes se involucren en su sociedad. En los niveles avanzados, las personas pueden aprender sobre la perspectiva de otros países para que comprendan los sistemas de gobierno que se utilizan en todo el mundo, junto con la naturaleza de la ciudadanía en una variedad de lugares.
Cuando las personas solicitan la ciudadanía en un país nuevo, a menudo se les pide que tomen clases de educación cívica. Estos cursos presentan a los inmigrantes el sistema de gobierno utilizado en su nueva nación y sus derechos y responsabilidades como ciudadanos. Por ejemplo, los inmigrantes a los Estados Unidos normalmente aprenden sobre la Declaración de Derechos y las garantías que se establecen en ella, mientras que los inmigrantes a Suecia pueden ser informados sobre el sistema de impuestos de ese país.
Mucha gente siente que estudiar educación cívica es una parte fundamental de ser ciudadano, porque ayuda a la gente a comprender su relación con el gobierno y entre sí. En todas las sociedades, desde una cooperativa anarquista hasta un régimen totalitario, los ciudadanos tienen derechos y responsabilidades específicos, y ser educados sobre estos puede ser muy empoderador. Las personas que no conocen sus derechos pueden verse víctimas de abusos, mientras que las personas que no cumplen con sus responsabilidades pueden enfrentar sanciones legales.