Una biopsia de cerebro es la extirpación quirúrgica de una pequeña parte del tejido cerebral para diagnosticar enfermedades y afecciones del cerebro. Por lo general, se usa para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer, los tumores, la inflamación y la infección. Las enfermedades cerebrales pueden ser muy debilitantes y diagnosticar la afección subyacente es el primer paso para determinar las opciones de tratamiento.
Los médicos solicitan biopsias cerebrales cuando, basándose en otros signos, sospechan que un paciente puede tener una enfermedad cerebral. Los síntomas varían según la afección, pero pueden incluir pérdida de memoria, confusión, espasmos musculares y dolores de cabeza extremos o mareos. Las exploraciones por imágenes generalmente se realizan antes de realizar una biopsia de cerebro, tanto para respaldar aún más el diagnóstico sospechoso como para guiar al cirujano a la ubicación adecuada para la biopsia.
Los cirujanos suelen utilizar uno de los tres métodos al realizar una biopsia de cerebro. Durante una biopsia por orificio de trépano, se hace un pequeño orificio en el cráneo sobre el área donde se extraerá la muestra de tejido. En una craneotomía, los cirujanos cortan y extraen una pequeña porción del cráneo para alcanzar el tejido y luego reemplazan el fragmento de cráneo después de tomar la biopsia. Una biopsia estereotáctica de cerebro utiliza una computadora para guiar al cirujano hacia la muestra de tejido; Este suele ser el método preferido, ya que solo requiere un pequeño orificio.
El día del procedimiento, los pacientes reciben anestesia local o general, según el área de la biopsia cerebral. El área de la cabeza cerca del sitio de la biopsia se afeita y se limpia con un antiséptico. Inmediatamente después de la biopsia, los pacientes son llevados a una sala de recuperación hasta que desaparece el efecto de la anestesia y están lo suficientemente estables como para regresar a casa. Es posible que se requiera que algunos pacientes permanezcan en el hospital hasta dos días o más si surgen complicaciones durante o después de la biopsia.
Después de la extracción de una muestra de tejido, un patólogo analiza la biopsia de cerebro bajo un microscopio en busca de anomalías. Por ejemplo, un paciente con enfermedad de Alzeheimer suele presentar acumulaciones anormales de placa en la corteza cerebral. Si se sospecha una infección cerebral, el patólogo tomará una muestra del organismo infeccioso y lo identificará para determinar el mejor curso de tratamiento. Los tumores cerebrales también se pueden clasificar mediante una biopsia cerebral.
Una biopsia de cerebro es un procedimiento invasivo y conlleva riesgos. Siempre que se utiliza anestesia, existe la posibilidad de que se produzca una reacción adversa. La lesión cerebral también es una posibilidad, que puede provocar varios síntomas según el área del cerebro afectada. El tejido cicatricial que se forma en el cerebro debido al procedimiento puede desencadenar convulsiones. La infección en el sitio del corte también puede ocurrir sin el cuidado adecuado de la herida después del procedimiento. Una supervisión cuidadosa después del procedimiento puede ayudar a minimizar los efectos de estos efectos secundarios.