¿Qué es la displasia del desarrollo de la cadera?

La displasia del desarrollo de la cadera incorpora varias afecciones que afectan la cadera y la parte superior de la pierna. También se conoce como luxación de cadera o luxación congénita de cadera. Aunque la cadera dislocada puede ser el signo más claro de problema, otros signos de la enfermedad incluyen contacto incompleto o falta de contacto entre el fémur de la pierna y la cadera. Básicamente, con esta afección médica, la cadera ha crecido de manera anormal, lo que hace que la persona afectada tenga problemas de movimiento, como dificultad para caminar.

Como afección médica congénita, la displasia del desarrollo de la cadera generalmente se descubre cuando nace un niño. Los investigadores creen que la afección puede surgir en cualquier momento hasta que el esqueleto se desarrolle por completo, comenzando en el momento de la concepción. Como ocurre con muchos problemas médicos, la displasia del desarrollo de la cadera se trata mejor si se descubre cuando el niño es un bebé. Cuanto mayor es el niño y más maduran los huesos, más difícil es tratarlo.

Algunos grupos raciales o étnicos son más propensos a desarrollar displasia de cadera que otros. Por ejemplo, los nativos americanos se encuentran entre los grupos de personas más propensos a desarrollar esta afección. Como alternativa, los afroamericanos se encuentran entre los menos propensos a sufrirlo. La genética juega un papel importante en la determinación de quiénes se verán afectados por la displasia del desarrollo de la cadera. De hecho, si uno o ambos padres tienen la afección, los investigadores creen que aumenta en gran medida las posibilidades de que el niño la desarrolle.

Además de la genética, los científicos están aprendiendo otras causas de displasia del desarrollo de la cadera. Por ejemplo, la forma en que se coloca al bebé en el útero puede aumentar la probabilidad de que un niño tenga displasia de cadera al nacer. Además, envolver a un bebé con fuerza puede causar la displasia. Las personas afectadas por algunos otros trastornos, como la parálisis cerebral, también pueden mostrar signos de dislocación congénita de la cadera, que vincula las dos afecciones.

El diagnóstico temprano por parte de un proveedor médico capacitado es importante para el tratamiento adecuado de la displasia del desarrollo de la cadera. La afección generalmente se diagnostica mediante un examen físico del niño. Si el proveedor sospecha de un problema, se puede usar una ecografía u otra herramienta de imágenes, como una radiografía o una resonancia magnética, para observar los huesos de la pierna y la cadera.

El tratamiento es posible con la displasia del desarrollo de la cadera. Entre las mejores y más eficaces formas de tratamiento se encuentra un aparato ortopédico llamado arnés Pavlik. En la mayoría de los casos, especialmente si el diagnóstico se produce cuando el niño es un bebé, el aparato ortopédico tratará con éxito la afección. Si no es así, se puede recomendar tracción o cirugía.