La hematuria es el término médico para la sangre en la orina, específicamente un número excesivo de glóbulos rojos. A veces, la cantidad de sangre es tan pequeña que solo se puede detectar a través de un microscopio. Esta condición se conoce como hematuria microscópica. Si la orina contiene rayas visibles de sangre, los profesionales médicos llaman a la condición hematuria macroscópica. Sin embargo, cualquier variedad es motivo de preocupación.
Hay una serie de causas de sangre en la orina, que varían en gravedad desde el cáncer hasta el trauma menor del ejercicio excesivo. Algunas personas viven toda su vida con casos leves y no son conscientes de ello. Otros desarrollan el problema como resultado de anticoagulantes recetados u otros medicamentos. La hematuria es a menudo una de las muchas afecciones creadas por una lesión traumática del tracto urinario, que incluye las glándulas suprarrenales, los riñones, los uréteres, la vejiga, la próstata y la uretra. Un golpe fuerte en los riñones, por ejemplo, puede hacer que entre sangre en la vejiga.
Una de las causas más comunes es la enfermedad renal. Los cálculos renales pueden causar pequeñas rupturas en los tejidos del tracto urinario a medida que pasan a través de los uréteres hacia la vejiga. Los tumores cancerosos ubicados en los riñones también pueden causar sangrado a medida que las células se desprenden. Las inflamaciones del riñón causadas por infecciones virales o bacterias también pueden hacer que la sangre entre en la orina.
Otra causa de hematuria está relacionada con la salud de la vejiga. La vejiga también puede formar cálculos, que causan bloqueo del tracto urinario y desgarros en las paredes de la vejiga. Una infección grave del tracto urinario también puede causar sangrado en la vejiga. También existe la posibilidad de que el problema se desarrolle después de que el cáncer se haya desarrollado en la vejiga.
Para los hombres, otra causa puede ser un problema de próstata. A medida que los hombres envejecen, la glándula prostática se agranda y ocasionalmente interfiere con el flujo natural de orina. El esfuerzo adicional de orinar a través de una uretra estrecha puede hacer que los vasos sanguíneos se rompan y provoquen sangrado.
Otras posibles causas incluyen la anemia de células falciformes y el ejercicio excesivo, especialmente trotar y correr. Las tensiones que se ejercen en la parte inferior del abdomen durante el ejercicio intenso pueden provocar la rotura de varios vasos sanguíneos o presentar un trauma físico real en los riñones o la vejiga. Algunos profesionales médicos llaman a este fenómeno hematuria del corredor.
Afortunadamente, muchos incidentes de sangre en la orina no se consideran potencialmente mortales. El exceso de sangre no es necesariamente peligroso en sí mismo, pero indica una condición potencialmente grave. Cuando los profesionales médicos analizan la orina para detectar la presencia de sangre, consideran que un resultado positivo es un síntoma de un problema mayor.
Es posible que los pacientes diagnosticados con este problema deban someterse a pruebas más invasivas, como un pielograma intravenoso (PIV). Durante un IVP, se inyecta un tinte en el torrente sanguíneo justo antes de tomar una radiografía del área del tracto urinario. Cualquier sangrado excesivo debe ser evidente en la placa, junto con cualquier otra anomalía que afecte el flujo de sangre u orina.