El cólera porcino, o peste porcina, es una enfermedad que puede infectar a los cerdos. Esta enfermedad viral puede causar síntomas como fiebre, diarrea, vómitos y convulsiones, y puede provocar la muerte. Muchos países se toman en serio el cólera porcino debido al riesgo económico que representa para la industria porcina. Como tal, algunos países pueden requerir que se tomen medidas como matar una manada entera en la que se encuentre un cerdo infectado. En países donde la enfermedad ha sido erradicada, se pueden implementar restricciones a la importación, como un período de cuarentena, para mantener la enfermedad fuera del país.
El impacto potencial del cólera porcino requiere una vigilancia diligente por parte de los criadores de cerdos. Si un granjero sospecha que sus cerdos tienen la enfermedad, debe actuar rápidamente para evitar que se propague. Los cerdos infectados pueden parecer apáticos y fatigados, y pueden dejar de comer, tener fiebre y experimentar problemas de coordinación y convulsiones. La enfermedad puede manifestarse en varias formas, incluidas leve, crónica y aguda. Cada una de estas formas es altamente infecciosa y peligrosa para los cerdos.
La forma leve de cólera porcina puede ser la más difícil de detectar. Los cerdos pueden enfermarse por un tiempo breve, pero luego parecen mejorar. Con un verraco infectado, el virus puede permanecer y proliferar en su tracto reproductivo. Una cerda infectada puede tener pequeñas camadas o lechones nacidos muertos. Después de un tiempo, el cerdo infectado a menudo tendrá una recaída y morirá.
Una infección aguda es la forma de cólera porcina más grave y de acción más rápida. Dos semanas después de la infección, el cerdo puede morir. Los síntomas de la peste porcina aguda incluyen fiebre entre 105 ° F (aproximadamente 41 ° C) y 107 ° F (aproximadamente 42 ° C), falta de comida, vómitos y diarrea. Los cerdos también pueden acurrucarse o tener problemas para caminar. También pueden producirse problemas oculares.
La forma crónica de cólera porcina es muy parecida a la versión aguda, pero avanza más lentamente. Un cerdo con esta forma de la enfermedad puede estar vivo durante varios meses antes de morir. Además de otros síntomas, un cerdo también puede desarrollar manchas rojas en el abdomen, las orejas y el hocico.
El cólera porcino se puede transmitir directamente de un cerdo infectado a uno sano. Las infecciones indirectas pueden producirse de varias maneras, incluso a través de la ropa, el equipo, la comida y el agua, así como por las heces u otros fluidos corporales infectados. Una madre infectada también puede transmitir la enfermedad a sus lechones en el útero, lo que a veces resulta en la muerte del lechón. Los lechones también pueden nacer aparentemente sanos, pero aún pueden portar el virus y transmitirlo antes de morir.