¿Qué es la endometritis?

La endometritis es una afección médica, exclusiva de las mujeres, en la que el revestimiento mucoso del útero o endometrio se inflama. En la endometritis, la inflamación suele ser el resultado de alguna forma de infección bacteriana que se ha extendido desde la vagina hasta el útero. La infección puede ingresar al útero de varias maneras. Más comúnmente, la infección ocurre como resultado del parto u otros procedimientos médicos que involucran ingresar al útero, o es causada por la presencia de una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Cuando se relaciona con una ETS, este tipo de infección normalmente se llama enfermedad inflamatoria pélvica, que es un diagnóstico más general.

Para las mujeres embarazadas, es más probable que la endometritis sea causada por un parto, un aborto espontáneo o un aborto. Es más probable que este tipo de infección se produzca después de un parto especialmente prolongado o una cesárea. La endometritis se desarrolla en aproximadamente el 2 por ciento de las mujeres que tienen partos vaginales, pero en aproximadamente el 20 por ciento que se someten a una cesárea. En realidad, la causa más común de fiebre después del parto es la endometritis.

Los procedimientos médicos que requieren acceder al útero a través del cuello uterino también aumentan la posibilidad de contraer esta infección. Los procedimientos médicos más comunes que pueden causar una infección de este tipo son pasar por una dilatación y legrado (D&C), tener un dispositivo intrauterino (DIU) implantado o someterse a una histeroscopia. Aunque las combinaciones de bacterias vaginales normales pueden causar este tipo de infección, las enfermedades de transmisión sexual como la clamidia y la gonorrea son formas comunes de contraer este tipo de infección.

En términos generales, aunque esta infección puede presentarse sin síntomas obvios, los síntomas comunes a menudo incluyen fiebre, sangrado anormal o secreción de la vagina y dolor o hinchazón en la parte inferior del abdomen o en la región pélvica. La endometritis puede ser crónica o aguda, y los síntomas más intensos se sienten si la infección es más grave. Por lo general, la forma crónica de esta infección se asocia con tener una ETS o haberse sometido a un procedimiento médico. La forma más grave suele estar relacionada con el parto.

Las mujeres que puedan estar preocupadas por haber desarrollado endometritis deben consultar a un médico. La endometritis no tratada puede eventualmente resultar en una infección más seria y terminar en complicaciones como infertilidad y septicemia. Por lo general, un médico realizará un examen pélvico y posiblemente solicitará pruebas adicionales, como una biopsia de endometrio, para confirmar el diagnóstico. Los antibióticos son muy eficaces para tratar y prevenir las complicaciones de esta infección.