Una evaluación de la postura es una serie de pruebas o tareas diseñadas para mostrarle a un profesional si la postura de un paciente está distorsionada, lo que a menudo resulta en dolor o incomodidad en las actividades diarias. Los fisioterapeutas, entrenadores, médicos y otros profesionales de la salud a menudo están calificados para realizar una evaluación de la postura y dar recomendaciones para corregir las malas posturas que pueden estar causando problemas en todo el cuerpo. Los atletas a menudo se someten a una evaluación de la postura para asegurarse de que sus cuerpos estén funcionando de la manera más eficiente posible; Si los atletas experimentan dolor frecuente o crónico mientras corren o se mueven, una evaluación de su postura puede revelar las causas de ese dolor.
Una persona que realiza una evaluación de la postura puede pedirle al paciente que se ponga de pie normalmente y luego evaluar las áreas problemáticas. A partir de ahí, se le puede pedir al paciente que haga una serie de estiramientos para demostrar flexibilidad y movimiento normal. Si existen áreas problemáticas, la persona que realiza la evaluación de la postura tomará una nota y luego hará que el paciente realice varios ejercicios de fuerza destinados a revelar las áreas débiles del cuerpo. A partir de ahí, se puede desarrollar un plan para abordar áreas problemáticas y desarrollar fuerza en áreas que causan dolor o carecen de apoyo.
Un análisis de la marcha puede o no ser parte de una evaluación de la postura. La persona que realice la evaluación será quien juzgue si es necesaria o no. Un análisis de la marcha está destinado a determinar si el patrón normal de caminar o correr de una persona es eficiente o si está causando dolor o desalineación en todo el cuerpo. Los corredores a menudo se someten a un análisis de la marcha para asegurarse de que su forma de correr no les cause dolor durante las carreras largas. Dicho análisis puede centrarse en el movimiento de las articulaciones y en la pronación del pie, que se produce cuando los pies tienden a apuntar hacia adentro o hacia afuera en lugar de hacia adelante como deberían.
Los procesos de corrección de la postura que se desarrollan después de una evaluación de la postura pueden incluir ejercicios de entrenamiento de fuerza, particularmente enfocados en los músculos centrales que sostienen la columna. Es muy probable que los músculos del estómago, los músculos de la espalda baja, los músculos de la ingle y las caderas sean el foco de dicho entrenamiento, y también se enfatizará la flexibilidad. Los músculos tensos pueden tirar de los tendones y huesos de todo el cuerpo, desalineándolos y provocando una mala postura y dolor en todo el cuerpo. Los músculos más débiles tienen más probabilidades de cansarse rápidamente, lo que significa que es más probable que se tensen y causen problemas de alineación. También se pueden recomendar aparatos ortopédicos de postura correctiva o muebles ergonómicos para ayudar a corregir una mala postura.