Los síntomas específicos asociados con una conmoción cerebral leve pueden variar según el sistema de clasificación de la conmoción cerebral que se utilice. Los síntomas variables de una conmoción cerebral leve incluyen confusión breve, amnesia postraumática y dolor de cabeza leve. La pérdida del conocimiento es un síntoma que nunca debe ocurrir con una conmoción cerebral leve.
Una conmoción cerebral leve puede ser causada por lesiones no penetrantes que ocurren por un golpe en la cabeza, fuerzas de aceleración y desaceleración. Las situaciones más comunes en las que se producen lesiones en la cabeza no penetrantes son los deportes de contacto y los accidentes. Muchos sistemas de grado de conmoción cerebral utilizan números romanos, con una conmoción cerebral leve clasificada como grado I y el grado V es la más grave.
A veces, los síntomas de una conmoción cerebral leve no se reconocen de inmediato hasta que se produce un deterioro físico o cognitivo, como confusión o amnesia. Uno de los signos reveladores más comunes de una conmoción cerebral leve es la confusión temporal en forma de falta de concentración, incapacidad para procesar información o secuenciar tareas. Por lo general, en una conmoción cerebral leve, la confusión dura hasta 15 minutos.
La amnesia postraumática (PTA) a veces ocurre inmediatamente después de una conmoción cerebral leve. Con una conmoción cerebral leve, la PTA suele ser temporal y dura desde unos segundos hasta unos pocos minutos. Una persona que experimenta una PTA breve debido a una conmoción cerebral leve a menudo no puede recordar detalles que antes le eran familiares, como nombres, hora, entorno y eventos, después de la lesión. La confusión y la PTA no deben ir acompañadas de una pérdida del conocimiento en una conmoción cerebral leve. El grado de una conmoción cerebral debe reevaluarse si se produce una pérdida del conocimiento, si hay un dolor de cabeza intenso o si la confusión o la PTA persisten más de 15 minutos.
El diagnóstico adecuado de una conmoción cerebral leve es esencial para prevenir el daño cerebral o la muerte por síndrome del segundo impacto (SIS). En la mayoría de los casos que involucran SIS, el edema cerebral masivo ocurre inmediatamente después del impacto, lo que lleva a la muerte o al deterioro neurológico severo después de que la víctima sufre una segunda conmoción cerebral de cualquier grado. Por esta razón, se debe permitir que una conmoción cerebral, incluida una leve, se cure adecuadamente antes de reanudar las actividades físicas normales.
El tratamiento de los síntomas de una conmoción cerebral leve generalmente implica reposo y observación. Dependiendo de los factores individuales, una conmoción cerebral leve puede tardar hasta una semana en sanar. La ausencia total de síntomas de una conmoción cerebral leve generalmente es una señal de que la conmoción cerebral ha sanado. Se recomienda que una persona busque asesoramiento médico profesional antes de realizar cualquier actividad física, como deportes, después de sufrir una conmoción cerebral leve.