Un venograma es una prueba de diagnóstico que usa imágenes de rayos X para rastrear el flujo de un tinte especial a través de las venas del cuerpo. Los radiólogos pueden realizar la prueba para buscar coágulos de sangre, tumores y venas anormalmente anchas o estrechas. Además, se puede tomar un venograma para identificar vasos sanguíneos sanos que se pueden trasplantar al corazón o al cuello para un procedimiento de derivación. La prueba suele ser rápida, indolora y muy eficaz para descubrir anomalías físicas que no se pueden estudiar fácilmente con otras herramientas de diagnóstico.
Cuando un paciente está programado para un venograma, generalmente se le pide que evite comer o beber nada que no sea agua el día de la prueba. Se toma un historial médico completo para asegurarse de que el procedimiento sea seguro y que el paciente no sea alérgico al tinte. Se coloca al paciente con una bata de hospital y se lo lleva a un laboratorio de radiología para su análisis. Se acuesta en una mesa para que un especialista pueda esterilizar el lugar de la inyección, que puede estar en el pie, la ingle, el brazo o el torso. Se puede administrar un anestésico local para adormecer temporalmente el sitio.
Una vez que el paciente está preparado, el radiólogo inyecta un tinte de contraste que contiene una solución de yodo o bario en una vena. El tinte viaja a través de los vasos sanguíneos cerca del lugar de la inyección, dejando un rastro que es fácilmente detectable en las imágenes de rayos X. Luego, se toma una serie de radiografías desde varios ángulos diferentes. Después del procedimiento, el radiólogo puede inyectar solución salina en una vena para diluir el tinte y un anticoagulante para prevenir la coagulación. Luego, el paciente es transportado a una habitación de hospital y se le indica que beba mucha agua para ayudar a eliminar el tinte de su sistema.
Las imágenes de venograma son revisadas cuidadosamente por un especialista en radiología capacitado. Compara radiografías desde diferentes ángulos e identifica el tamaño, la ubicación y la naturaleza de las anomalías. Si el recorrido del tinte se interrumpe repentinamente, el especialista puede estar bastante seguro de que existe un coágulo de sangre. Se pueden descubrir tumores y defectos estructurales si el tinte sigue un camino inusual. Además, las venas rotas, débiles o demasiado anchas pueden detectarse en función de los movimientos del tinte.
La razón más común para realizar un venograma es buscar una afección llamada trombosis venosa profunda (TVP). La TVP es un gran coágulo de sangre que se desarrolla rápidamente en uno de los principales vasos sanguíneos de la pierna, que puede interrumpir el flujo sanguíneo al corazón y posiblemente provocar un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Las ecografías y las radiografías convencionales suelen ser insuficientes para determinar la ubicación y la gravedad de la TVP, pero un venograma suele ser muy eficaz. Las decisiones sobre el tratamiento se toman inmediatamente después de una prueba de venograma para brindar las mejores posibilidades de recuperación.