¿Qué es la transmisión vertical?

La transmisión vertical es el paso de una enfermedad de una madre a un hijo durante el período perinatal que comienza poco antes del nacimiento y se extiende hasta el momento inmediatamente posterior al nacimiento. Los organismos patógenos pueden transmitirse de madre a hijo de varias formas y son una preocupación durante el embarazo. Las mujeres con afecciones que se sabe que se transmiten verticalmente pueden necesitar tomar precauciones especiales, especialmente durante el trabajo de parto y el parto, para proteger a sus bebés.

La transmisión placentaria es una forma potencial de que un organismo salte entre la madre y el niño. La placenta proporciona nutrientes vitales al bebé y también puede albergar enfermedades si la madre es portadora de un organismo que se sabe que causa infecciones prenatales. Durante el trabajo de parto y el parto, la transmisión vertical puede ocurrir como resultado de la exposición a la sangre de la madre y otros fluidos corporales. La leche materna también puede ser potencialmente un vector de transmisión de enfermedades.

Algunos organismos con antecedentes de transmisión vertical incluyen el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y la hepatitis C. Condiciones como la toxoplasmosis pueden causar defectos de nacimiento si la madre se infecta durante el embarazo. Cuando una mujer queda embarazada, el médico puede recomendar algunas pruebas para detectar riesgos comunes, así como precauciones para prevenir la contracción de infecciones y la posterior transmisión vertical. Si una madre tiene una enfermedad que le preocupa, el médico discutirá la mejor manera de manejar el embarazo y el parto.

En algunos casos, las preocupaciones sobre la transmisión vertical pueden llevar a un médico a recomendar una cesárea para el parto. Esto limitará el estrés durante el trabajo de parto y el parto y reducirá las posibilidades de transmitir una infección durante este período. Si la leche materna no es segura, los bancos de leche son una opción para proporcionarle al bebé leche materna, o el médico puede hablar sobre la alimentación con fórmula. El mejor enfoque dependerá de la situación y la infección en cuestión, y puede ser útil consultar a un nutricionista para analizar las opciones de alimentación.

Las mujeres embarazadas con preocupaciones sobre la transmisión vertical pueden tomar algunas medidas para proteger a sus bebés. En las madres sin infecciones conocidas, evitar las fuentes obvias de infección, como los alimentos mal manipulados, puede reducir las posibilidades de enfermarse y transmitir la infección al bebé. Las madres con infecciones activas pueden tomar medicamentos para suprimirlas y proteger a sus fetos en desarrollo durante el mayor tiempo posible. También puede ser útil trabajar con un obstetra que tenga experiencia en esta área para el trabajo de parto y el parto.