El Asperger se considera una forma leve en el espectro del autismo, ya que una persona con Asperger a menudo podrá funcionar en situaciones que alguien con una forma más grave de la enfermedad no podrá manejar. Una persona con autismo clásico actuará de manera inapropiada a veces y, a menudo, realizará movimientos repetitivos extraños, como aletear o dar vueltas. Una persona con Asperger leve puede ser considerada simplemente excéntrica o socialmente inepta.
Este síndrome se clasifica como un trastorno generalizado del desarrollo en el espectro del autismo. Un trastorno generalizado del desarrollo es una enfermedad que se define por un retraso en la capacidad de un niño para funcionar en situaciones normales que involucran habilidades básicas como la socialización y la comunicación. El trastorno del espectro autista afecta la capacidad de un niño para interactuar con los demás y reaccionar adecuadamente a situaciones sociales y otros estímulos. Existen diversos grados de enfermedad en el espectro del autismo, y este trastorno puede ser grave, como en el autismo, o leve, como en el síndrome de Asperger.
La mayoría de los niños en el espectro del autismo generalmente manifiestan síntomas a la edad de tres años, pero es posible que los niños con Asperger leve no sean diagnosticados hasta que sean mayores. La razón de esto es que los niños con Asperger leve pueden alcanzar los hitos del desarrollo a la edad habitual, por lo que es posible que los problemas no se vuelvan obvios hasta que comiencen la escuela. Aquí es cuando los niños con Asperger leve pueden comenzar a demostrar dificultades en la interacción social debido a su incapacidad para leer el lenguaje corporal, hacer contacto visual y responder a las señales sociales. Pueden tener dificultades para seguir instrucciones y mantener una conversación.
Un niño con Asperger puede querer tener amigos pero no puede entablar relaciones debido a su dificultad para reconocer las señales sociales. Por ejemplo, es posible que el niño no reconozca cuando la otra persona no está interesada en el tema de conversación y quiere irse, o puede que no reconozca el concepto de espacio personal. Un niño con Asperger leve puede obsesionarse con un solo tema y aburrir a los demás al hablar de él sin parar. Es posible que el hijo de Asperger no sea capaz de comprender las emociones de otra persona y pueda responder de manera inapropiada con comportamientos como reírse cuando alguien está molesto o alejarse mientras la otra persona todavía está hablando. Con terapia, una persona con Asperger leve puede aprender a responder adecuadamente en situaciones sociales, y la mayoría de las personas con Asperger leve pueden convertirse en adultos funcionales y exitosos.