¿Qué es la sensibilidad al movimiento?

Una persona que experimenta con frecuencia episodios de mareos, presión en la cabeza y problemas de equilibrio puede estar sufriendo una de las muchas formas de sensibilidad al movimiento. Los tipos más comunes de sensibilidad al movimiento son el vértigo y el mareo, los cuales pueden hacer que una persona se sienta mareada, inestable y con náuseas. La mayoría de los episodios pueden aliviarse permaneciendo quieto y enfocando los ojos en un objeto fijo. Sin embargo, la sensibilidad al movimiento grave debe informarse a un médico que pueda detectar problemas neurológicos subyacentes más graves.

El mareo por movimiento es típicamente una reacción al movimiento constante. Viajar en automóvil por una carretera con mucho viento, experimentar turbulencias en un avión o moverse con las olas en un barco son las causas más comunes. Las personas propensas al mareo por movimiento suelen presentar náuseas y mareos, y los síntomas tienden a empeorar progresivamente. Si una persona no puede dejar de moverse, puede comenzar a sentirse mareado, mareado y tener visión borrosa.

Los síntomas del mareo por movimiento generalmente comienzan a desaparecer una vez que se detiene el movimiento. Para promover una recuperación rápida, una persona puede intentar concentrarse en un objeto fijo, evitar fumar y beber alcohol y beber bebidas carbonatadas para calmar el estómago. Para ayudar a prevenir episodios de cinetosis en el futuro, una persona puede considerar tomar medicamentos de venta libre disponibles en la mayoría de las farmacias.

El vértigo es una forma especialmente incómoda de sensibilidad al movimiento que puede resultar incluso de los movimientos más leves, como sentarse en la cama. Una persona que tiene vértigo a menudo siente que la cabeza le da vueltas; los alrededores parecen moverse en círculos. El vértigo puede provocar náuseas, vómitos, dolores de cabeza intensos y problemas de equilibrio. Los episodios de vértigo pueden ser lo suficientemente graves como para causar confusión mental, fatiga intensa e insomnio crónico.

Las personas con vértigo leve o poco frecuente pueden encontrar alivio siguiendo las medidas de tratamiento descritas para el mareo por movimiento. Los problemas más graves deben ser examinados por un médico para identificar las causas exactas de la afección. Muchas causas subyacentes pueden contribuir a los síntomas del vértigo, incluidos los dolores de cabeza por migraña, los desequilibrios hormonales o una variedad de trastornos neurológicos y del equilibrio, incluida la enfermedad de Meniere.

Una vez que se ha diagnosticado la causa de la sensibilidad al movimiento, el médico puede determinar el tratamiento más adecuado. Los medicamentos anticolinérgicos se recetan comúnmente para ayudar con los desequilibrios neurológicos y las píldoras para la migraña son efectivas para aliviar los dolores de cabeza crónicos. A veces, se realiza un procedimiento simple y no invasivo conocido como reposicionamiento de canalith para ayudar al oído interno a controlar mejor el equilibrio y la reacción al movimiento.