El trabajo de espalda es un tipo de trabajo de parto que se caracteriza por un dolor irradiado en la zona lumbar que persiste después de las contracciones. Este tipo de trabajo de parto es extremadamente común y hay una serie de teorías sobre su causa, así como una serie de soluciones para tratar el dolor de la espalda. Por regla general, no es dañino, aunque puede ser doloroso, y no se considera un signo de peligro para la madre o el bebé. Sin embargo, debido a que es incómodo, la mayoría de las personas intentan tratar el dolor.
Una teoría común sobre el trabajo de parto de espalda es que es causada por la posición del bebé, lo que podría ejercer presión sobre la columna vertebral de la madre en trabajo de parto. También puede deberse a la posición de la madre, ya que algunas posiciones son más cómodas para el trabajo de parto que otras. Algunos profesionales médicos también creen que este tipo de trabajo de parto podría ser causado por los calambres de las contracciones, lo que señala el hecho de que muchas mujeres experimentan un dolor lumbar similar durante la menstruación.
Cualquiera sea la causa, hay varias formas de abordar el trabajo de parto. Una de las cosas que se puede hacer es cambiar de posición. Las mujeres no deben trabajar boca arriba si experimentan trabajo de espalda, ya que esto puede aumentar el dolor, y deben intentar moverse. Moverse puede aliviar la presión sobre la columna y reposicionar al bebé si el bebé es el causante del problema. Caminar, ponerse en cuclillas, mecerse sobre manos y rodillas y usar una pelota de parto pueden ayudar a aliviar el dolor.
Las investigaciones también han demostrado que los masajes y los masajes en la espalda pueden ayudar con el dolor, al igual que las compresas frías o calientes. Al utilizar compresas se debe utilizar una toalla como acolchado, para evitar exponer la piel directamente al frío, pudiendo alternarse las compresas según la respuesta de la madre. En casos graves, se puede ofrecer una epidural o anestesia para minimizar el dolor.
Como puede imaginar, la primera señal del parto es un dolor en la zona lumbar que aparece con y sin contracciones. Comunicar este síntoma con una partera o un médico es muy importante. Debido a que el trabajo de parto es impredecible, generalmente no se puede prevenir, pero una acción rápida cuando se detectan los signos puede disminuir en gran medida el dolor y la incomodidad, haciendo que el parto sea mucho más placentero para padres e hijos.