El miedo a los puentes es más común de lo que se podría pensar. Este miedo, llamado gefilofobia, es un miedo genuino que sienten las personas que temen las posibles experiencias provocadas por estar en un puente. Un gephyrophobiac puede tener miedo de una serie de cosas relacionadas con el puente, como la altura del puente o el miedo de conducir fuera de un puente. El miedo a los puentes afecta a muchas personas, aunque se desconoce el número exacto.
El miedo a los puentes no es tan común como el miedo a las alturas. El último miedo, denominado acrofobia, es una de las fobias más frecuentes. Sin embargo, debido a que el miedo a las alturas es más general, las fobias como la gefilofobia a menudo entran en su categoría general. Por ejemplo, alguien que tiene miedo a volar y miedo a los edificios altos puede ser en realidad un acrofobia. Si es un acrofobiaco, su miedo a las alturas contribuye al miedo a otras situaciones, como estar en un avión o un rascacielos.
Sin embargo, el miedo a los puentes es lo suficientemente común como para que existan varias empresas a causa de él. Varias empresas en los Estados Unidos emplean a personas para conducir gephyrophobiacs sobre puentes. Se cree que las personas con miedo a los puentes son candidatos perfectos para un servicio de cruce de puentes, ya que creen que es posible que no puedan cruzar el puente de manera segura.
Alguien con un miedo intenso a los puentes puede experimentar algo similar a un ataque de pánico. Podría comenzar a sudar, tener escalofríos y comenzar a temblar involuntariamente mientras piensa o conduce sobre un puente. Una víctima de esta fobia puede experimentar síntomas similares al vértigo, que es la sensación de mareo provocada por la acrofobia. Debido a que la gefirofobia es a menudo una extensión de la acrofobia, los sentimientos provocados por el miedo son bastante similares.
El miedo a los puentes también puede ser provocado por episodios de claustrofobia, otra fobia común. Alguien que se sienta atrapado en un puente puede sentir que nunca podrá escapar. El trastorno de ansiedad, a menudo provocado por situaciones como esta, a menudo se asocia con personas que tienen ataques de pánico en este tipo de situaciones. En casos extremos de gefilofobia, una persona puede apartarse millas o incluso horas de su camino para evitar cruzar un puente.
Los psicólogos sugieren que alguien con un miedo arraigado a los puentes enfrente su miedo para superarlo. Sin embargo, para hacer eso, la víctima debe concentrarse en lo que realmente le teme. Si está aterrorizado por la altura del puente, por ejemplo, podría optar por trabajar con un especialista en acrofobia.