¿Qué es un fibroma no osificante?

Un fibroma no osificante es un tumor no maligno que se presenta en adolescentes y niños. El fibroma siempre se encuentra cerca del final de los huesos largos, generalmente los de las piernas. Aunque un fibroma causa poco o ningún dolor, los fibromas grandes aumentan la posibilidad de fractura ósea, especialmente si el adolescente participa en una actividad física como los deportes. Solo los fibromas grandes que causan dolor intenso o fracturas deben extirparse mediante cirugía. Sin embargo, en la mayoría de los casos, un fibroma desaparecerá a medida que el adolescente continúe creciendo.

Todavía no está claro por qué algunos adolescentes desarrollan esta afección. Una teoría es que mientras un niño se está desarrollando en el útero, el flujo sanguíneo dentro de los huesos largos está mal dirigido. Aunque otras teorías intentan explicar la causa raíz, la comunidad médica está de acuerdo en que la afección es causada por un defecto del desarrollo. Como un fibroma no osificante tarda en desarrollarse, no es posible realizar una prueba de la afección inmediatamente después del nacimiento.

Los síntomas de un fibroma no osificante son raros o inexistentes. La mayoría de los adolescentes que tienen un fibroma nunca lo saben, aunque en algunos casos un adolescente puede quejarse de una sensación de dolor en una articulación. Con un fibroma grande, el síntoma más común es la fractura ósea durante una actividad física. Una radiografía posterior a la fractura puede confirmar la presencia de este tipo de fibroma.

El tratamiento de un fibroma no osificante depende tanto de la salud actual del adolescente como de la naturaleza del fibroma. Si el fibroma es pequeño y causa pocas molestias, un médico puede decidir no hacer nada y dejar que el adolescente lo supere. Sin embargo, la cirugía es necesaria cuando un fibroma causa una incomodidad significativa, debilitamiento estructural del hueso o fractura.

La cirugía consiste en legrado e injerto óseo. Un cirujano extirpará el fibroma, creando un espacio en el hueso. Se insertan trozos de hueso del donante en el espacio. Durante el período de seis semanas en el que la pierna está enyesada, el hueso del donante se fusiona con el hueso natural del adolescente. En seis meses, el adolescente podrá participar plenamente en todas las actividades físicas.

El pronóstico para el futuro es excelente incluso en los casos en que un adolescente se somete a una cirugía. A diferencia de los tumores malignos, hay muy pocas posibilidades de que reaparezca un fibroma no osificante. Aunque los padres de adolescentes que se han sometido a una cirugía correctiva pueden querer que su hijo sea examinado por otros fibromas, las posibilidades de tener dos o más fibromas grandes son estadísticamente insignificantes y solo ocurren en afecciones raras que tienen otros síntomas prominentes.