La leucemia eosinofílica es una categoría amplia de enfermedades que involucran una concentración anormal de eosinófilos en el cuerpo. Los eosinófilos son un tipo de glóbulo blanco que combate los parásitos y las reacciones alérgicas. Hay dos formas de leucemia eosinofílica: aguda y crónica. La leucemia eosinofílica aguda (AEL) es una forma de leucemia mieloide aguda (AML), mientras que la leucemia eosinofílica crónica (CEL), también conocida como síndrome hipereosinofílico, es una condición en la que los eosinófilos crecen fuera de control en el cuerpo.
El diagnóstico de leucemia eosinofílica se confirma mediante tres factores. Los indicadores de esta enfermedad incluyen un alto nivel de eosinófilos que permanecen elevados durante un período de tiempo, la ausencia de razones alérgicas o parasitarias para los niveles elevados y problemas con la función de los órganos debido a estos altos niveles. Los pacientes que experimentan estas afecciones necesitarán más pruebas médicas para determinar si tienen leucemia eosinofílica.
El siguiente paso hacia el diagnóstico es una biopsia de médula ósea y una aspiración. La biopsia se utiliza para extraer una pequeña cantidad de tejido sólido, mientras que la aspiración extrae una muestra del líquido del interior de la médula ósea. Un patólogo examina las muestras para hacer un diagnóstico positivo. Cuando la médula ósea contiene altos niveles de eosinófilos, el tipo más común de leucemia es la CEL; sin embargo, una gran cantidad de células inmaduras, llamadas blastos, en la muestra, indican que la afección es aguda, en lugar de crónica.
La forma crónica de leucemia eosinofílica, CEL, se desarrolla cuando hay una gran cantidad de eosinófilos dentro de los tejidos corporales, como la médula ósea, o en la sangre misma. Es posible tener demasiadas de estas células sin tener cáncer. Esta condición es más común que la AEL y se conoce como eosinofilia secundaria. Las personas con CEL pueden permanecer sanas durante años o la leucemia aguda podría desarrollarse rápidamente. La enfermedad se puede controlar a largo plazo mediante el uso del medicamento Gleevac®.
La leucemia eosinofílica aguda es rara y se desarrolla cuando las células eosinofílicas se sobreproducen y constituyen del 50 al 80 por ciento de la médula ósea. Por lo general, estas células no aparecen en la sangre periférica. Esto significa que el diagnóstico se realiza mediante el examen de la médula ósea.
Como tipo de AML, AEL tiene síntomas y tratamiento similares. Una persona con esta afección puede experimentar dolor en las articulaciones y los huesos, dificultad para respirar y fatiga, ya que no se puede producir la cantidad normal de células sanguíneas normales. Al igual que con otras formas de AML, la AEL se trata con quimioterapia y, si eso falla, con un trasplante de células madre.