¿Qué son los espasmos faciales?

Los espasmos faciales, también conocidos como fasciculaciones, son contracciones musculares involuntarias en la cara que provocan tics y espasmos. Los espasmos pueden ocurrir en cualquier parte de la cara y son causados ​​por una amplia gama de factores, desde el estrés diario hasta dolencias más graves como el síndrome de Tourette. Las contracciones musculares generalmente no son dolorosas, pero si la afección es crónica, puede ser bastante irritante e incluso debilitante. Las causas de la mayoría de los espasmos faciales no se conocen bien, aunque se sabe que son el resultado de interacciones entre músculos y nervios. Los expertos especulan que el estrés, la sobreestimulación y la herencia pueden ser causas subyacentes.

Los espasmos faciales son bastante comunes. La mayoría de las personas experimentan al menos espasmos en los párpados en algún momento de sus vidas. A menudo, estos no tienen causas graves o identificables, y pueden simplemente estar relacionados con el exceso de excitación o el estrés. Los espasmos benignos pueden estallar durante un período de tiempo, incluso hasta un día o más, pero luego subsisten. Los espasmos faciales más graves que resultan de una enfermedad o trastorno suelen ser más crónicos y exagerados, y pueden estar asociados con otros síntomas.

Muchas personas experimentan espasmos faciales mioclónicos, que son simplemente contracciones musculares involuntarias. No es raro que las personas experimenten espasmos mioclónicos mientras se duermen, aunque pueden ocurrir en cualquier momento y sin ningún motivo en particular. En ciertos casos, el mioclono se parece a un trastorno de espasmo, con espasmos y sacudidas crónicas que afectan la capacidad de una persona para vivir normalmente.

Los espasmos faciales causados ​​por la distonía pueden ser más graves y pueden necesitar tratamiento. La distonía se clasifica como un trastorno neurológico grave; Los espasmos pueden ser tan severos que la cara de una persona u otra región del cuerpo afectada puede verse forzada a adoptar expresiones y poses anormales. Para algunos, la distonía ocurre temporalmente como una reacción a la medicación, pero para otros puede ser más crónica. Sin embargo, la distonía no siempre es grave y puede presentarse en forma de espasmos leves.

En algunas personas de mediana edad, lo que puede parecer un espasmo ocular de rutina se convierte en algo más grave. No solo continúa la contracción, sino que comienza a extenderse, afectando las regiones inferiores de la cara e incluso comenzando a distorsionar la boca. Esto ocurre con los espasmos hemifaciales (HFS), un trastorno sin causa conocida. Se cree que los vasos sanguíneos que entran en contacto con los nervios faciales pueden desencadenar estos espasmos. También se sabe que las luces brillantes, el estrés y los ojos cansados ​​empeoran los efectos del HFS. Afortunadamente, estos espasmos no suelen asociarse con dolores graves y pueden tratarse con una alta tasa de éxito.

El blefaroespasmo es un trastorno caracterizado por espasmos palpebrales crónicos que se asemejan al guiño. En algunos casos, los espasmos son tan graves que pueden afectar la visión y la función ocular. El blefaroespasmo puede empeorar progresivamente, incluso extendiendo los espasmos más allá de los ojos y hacia la cara. No existe una cura conocida, aunque existen formas de reducir los síntomas, como terapias de inyección, medicamentos orales y cirugía.
Los espasmos faciales también son un síntoma habitual del síndrome de Tourette. El síndrome de Tourette se caracteriza por espasmos y tics de todo tipo, incluidos los tics verbales. En casos más leves de síndrome de Tourette, una persona solo puede presentar espasmos faciales; en casos más graves, los tics faciales pueden ir acompañados de tics verbales y espasmos en otras partes del cuerpo.