¿Qué son los calambres en los muslos?

Los calambres en el muslo son contracciones dolorosas de uno o más músculos del muslo. Son involuntarios en la medida en que ocurren por sí solos, generalmente como respuesta a algún tipo de lesión o tensión o, potencialmente, también a algún desequilibrio químico. La intensidad varía según las circunstancias. En casi todos los casos, los calambres desaparecerán por sí solos en unos pocos minutos, aunque cambiar, estirar y cambiar de posición a menudo puede brindar alivio más rápido. A las personas que experimentan calambres frecuentes a menudo se les anima a hacerse un chequeo médico para llegar a la raíz del problema y encontrar formas más personalizadas de prevenir futuros episodios.

Conceptos básicos de los músculos del muslo

El muslo humano está formado por tres grupos de músculos principales. Los más grandes son los cuádriceps, que son un grupo de cuatro músculos interrelacionados que proporcionan fuerza a la mayor parte de la pierna. Los músculos internos del muslo, también conocidos como aductores, brindan estabilidad y fuerza, y los isquiotibiales, que bajan por la parte posterior del muslo y brindan flexibilidad y elevación. Los calambres pueden afectar a algunos o todos a la vez.

Causas principales

La deshidratación y el ejercicio intenso que provocan fatiga muscular son dos de las principales causas de los calambres en los muslos en personas por lo demás sanas. Los músculos dependen de un equilibrio constante de energía e hidratación, y cuando faltan estas cosas, los tejidos musculares pueden ser más propensos a torcerse o agarrotarse. Las deficiencias minerales también son causas comunes. El calcio, el magnesio y el potasio son todos necesarios para un rendimiento muscular óptimo, pero los músculos no son las únicas partes del cuerpo que necesitan estas cosas. Cuando una persona no obtiene lo suficiente, su cuerpo a menudo desvía los escasos recursos a las partes más críticas del cuerpo (el cerebro, el corazón y los órganos, por ejemplo) y lejos de los músculos.

El exceso de peso también puede ser un factor, y las personas de complexión pesada tienen más probabilidades de experimentar calambres regulares en los muslos que las que son más pequeñas. Las mujeres embarazadas también tienen un mayor riesgo por esta razón. Los muslos soportan la mayor parte del peso del cuerpo, por lo que en los primeros días de aumento de peso a menudo sufren calambres al adaptarse al cambio de carga.

Síntomas comunes

El dolor es el síntoma más común. Los calambres a menudo son tan dolorosos que una persona necesita dejar de poner peso sobre la pierna impactada y también puede necesitar sentarse o cambiar de posición. El músculo también puede sentirse duro y firme al tacto. En la mayoría de los casos, los calambres en el muslo solo duran unos minutos. Por lo general, se resuelven por sí solos y la mayoría de las personas no requieren tratamiento médico, pero ocasionalmente puede ser necesario consultar a un médico u otro proveedor de atención médica. Por ejemplo, si el dolor es severo y se acompaña de hinchazón o sensibilidad en el muslo, generalmente se recomienda atención médica.

Los profesionales médicos suelen comenzar ordenando análisis de sangre para descartar una deficiencia de minerales. Es probable que también se realice un examen físico completo junto con un historial médico. En casos extremos, se puede solicitar una radiografía u otra exploración por imágenes para determinar si hay anomalías en los huesos o músculos que puedan ser responsables de causar el dolor.
Alivio
Una de las mejores cosas que puede hacer para aliviar el dolor y la presión es estirar la pierna. Los estiramientos rotativos que cambian el peso del cuerpo suelen ser los más efectivos. Aunque puede ser doloroso estirar al principio, este tipo de ejercicios dirigidos generalmente ayudarán al músculo. También puede funcionar masajear suavemente el muslo durante unos minutos. Los expertos a menudo recomiendan usar una compresa tibia o también tomar un baño tibio, lo que puede ayudar a relajar los músculos y aliviar el dolor. Estas técnicas a menudo son particularmente útiles para los calambres que parecen reaparecer o vuelven.

Importancia de la prevención
A menudo es posible evitar que los calambres en los muslos ocurran, aunque esto a menudo requiere un poco de planificación y cuidado personal. Una de las cosas más importantes que pueden hacer las personas es asegurarse de que están recibiendo suficiente agua, ya que la deshidratación es una de las principales causas de los calambres musculares en general. La ingesta de agua es especialmente importante durante los meses más cálidos del verano y para las personas que hacen ejercicio y sudan con frecuencia, así como para quienes comen muchos alimentos salados.
Asegurarse de estirar antes de ejercicios como correr o caminar también puede ayudar. La mayoría de los expertos recomiendan estirar la parte delantera del muslo tirando del talón del pie hasta las nalgas y luego sosteniéndolo durante 20 a 30 segundos. También es importante el movimiento regular de la pierna. A las personas que se mantienen de pie con frecuencia se les anima a que eviten quedarse quietas durante demasiado tiempo; tomar descansos rápidos para caminar o estirarse puede marcar la diferencia.