Un panadizo de herpes es una llaga en un dedo causada por la exposición al virus del herpes simple (HSV). Más comúnmente, HSV-I es el agente causal detrás de un panadizo de herpes. La llaga suele ser muy dolorosa, pero no peligrosa, y se cura por sí sola, aunque a los pacientes a veces se les proporciona un antiviral tópico para acelerar la curación. Las personas con herpes deben tener cuidado al manejar los brotes activos, especialmente si tienen la piel rota en sus manos, ya que esto puede resultar en el desarrollo de un panadizo de herpes.
Esta llaga generalmente aparece enrojecida e hinchada y, a veces, se rompe después de formar una ampolla. El paciente puede tener dificultad para doblar el dedo si el panadizo se encuentra cerca de una articulación. Los blanquecinos se forman cuando las personas manejan un brote de herpes alrededor de la boca o los genitales y no se lavan las manos adecuadamente. El virus puede entrar en la piel rota de la mano, como una cutícula desgarrada, y creará una pequeña llaga secundaria.
Además de ser un riesgo para las personas que tienen herpes, los panadizos también son un problema conocido para los trabajadores de la salud. Antes del uso generalizado de guantes para el contacto con el paciente, muchas personas en la industria dental desarrollaban blanqueamiento de herpes durante el curso de la atención al paciente, y estas llagas también eran un problema para otros profesionales médicos. El uso de guantes y el lavado de manos entre pacientes ha reducido en gran medida la incidencia de problemas como estos entre los médicos.
El principal riesgo con un panadizo de herpes es la posibilidad de que se desarrolle una llaga abierta. Si el panadizo estalla, las bacterias pueden colonizarlo y causar una infección desagradable. Se recomienda mantener la mano afectada limpia y seca, y estar alerta a los signos de infección, como secreciones malolientes y pus. Los antivirales también pueden ayudar a resolver el dolor más rápidamente. Si se ampolla, no se recomienda hacer estallar la ampolla.
También es importante proteger a otras personas de un panadizo causado por el herpes. Si bien una llaga cerrada no representa un peligro significativo, una vez que estalla, puede transmitir el virus a otras personas. Las personas que manipulan alimentos no deben hacerlo con llagas de herpes activas en las manos, y es aconsejable evitar el contacto físico con las membranas mucosas y las heridas abiertas, las cuales pueden crear vías para la transmisión del herpes. Esta condición se puede controlar, pero no curar, por lo que es importante evitar la transmisión en primer lugar si es posible.