Un recuento bajo de glóbulos blancos, también llamado leucopenia, puede ser causado por una variedad de condiciones de salud, enfermedades u otros problemas relacionados. Generalmente, se descubre a través de pruebas, lo que significa que un paciente generalmente ya está experimentando síntomas que lo han llevado a ver a un profesional médico. Con tantos factores que pueden causar un recuento bajo de glóbulos blancos, es importante obtener pruebas integrales que puedan conducir a un diagnóstico preciso de la causa subyacente.
Los glóbulos blancos, también llamados leucocitos, son los guerreros del sistema inmunológico. Principalmente producido por la médula ósea, el recuento de glóbulos blancos aumentará inicialmente cuando el cuerpo sea atacado por una enfermedad. Sin embargo, si la infección es abrumadora, los glóbulos blancos pueden consumirse más rápido de lo que pueden liberarse, lo que lleva a un recuento bajo. Además, si una infección altera las funciones de la médula ósea, la producción puede ralentizarse y el recuento de glóbulos blancos puede disminuir. En un adulto sano, los glóbulos blancos representan aproximadamente el 1% de la composición de la sangre, pero esta proporción varía con la edad e incluso con el sexo.
A veces, un recuento bajo de glóbulos blancos se atribuye a medicamentos o tratamientos. Ciertas terapias con medicamentos intensivos, como la quimioterapia para combatir el cáncer, destruirán tanto los glóbulos blancos como las cancerosas. Las personas que se someten a quimioterapia son monitoreadas cuidadosamente para garantizar que su recuento de glóbulos blancos se mantenga por encima de un nivel mínimo, ya que una caída demasiado grande conduce a un alto riesgo de infección y otras complicaciones. La radioterapia, otro tipo de tratamiento del cáncer, también puede destruir los glóbulos blancos sanos junto con las células cancerosas enfermas.
Un recuento bajo de glóbulos blancos suele ser el resultado de una infección viral o un defecto congénito que ralentiza la función de la médula ósea. Sin médula ósea que produzca glóbulos blancos, cualquier infección menor puede propagarse rápidamente como consecuencia de una defensa débil. Algunos problemas congénitos que se consideran posibles causas de la disminución de la producción de sangre blanca incluyen la mielocatexis y el síndrome de Kostmann.
Las enfermedades autoinmunes son afecciones que llevan al cuerpo a atacar su propio sistema de defensa. A medida que el cuerpo se vuelve hacia adentro, los glóbulos blancos pueden convertirse en una víctima importante de la batalla, ya que intentan atacar los órganos y tejidos del cuerpo en lugar de infecciones. El lupus y el VIH / SIDA son dos enfermedades autoinmunes comunes asociadas con un recuento bajo de glóbulos blancos.
En algunos casos, una deficiencia de vitaminas o minerales puede hacer que el recuento de glóbulos blancos disminuya significativamente. Esto se asocia comúnmente con una deficiencia de cobre y zinc, aunque un recuento bajo de glóbulos rojos y blancos también puede deberse a la falta de hierro o vitamina B12 en la dieta. Agregar un suplemento vitamínico diario o cambiar la dieta para incluir más alimentos ricos en vitaminas a veces puede aumentar una deficiencia de vitaminas causada por un recuento bajo de células sanguíneas.