Las manchas de piel de color marrón claro conocidas como pecas son parte de la vida de la mayoría de los humanos, algunos más que otros. Aquellos con el cutis más claro son más propensos a desarrollar estas manchas en las áreas de la piel que tienen más contacto con los rayos ultravioleta (UV) del sol, lo que indica un aumento en la producción de melanina de la piel. Las pecas y el cáncer rara vez van de la mano, sobre todo cuando son el tipo de pecas llamadas lentigos, que se desarrollan con las quemaduras solares graves.
Los lentigos son un poco más grandes y más oscuros que las pecas ephelide ordinarias, que son aproximadamente del tamaño de la cabeza de una uña y de color marrón claro, rosa o rojo. Tampoco disminuirán durante el invierno como lo hacen las efélides. Otros crecimientos generalmente benignos incluyen manchas hepáticas y queratosis seborreicas que comúnmente se desarrollan en la piel de los ancianos. Ninguno de estos es necesariamente canceroso. Sin embargo, cuando alguno de estos cambia repentinamente de apariencia, se debe consultar a un médico.
Cuando las pecas y el cáncer van de la mano, suele estar en relación con otras características más distintas. Las pecas por sí solas no suelen indicar cáncer. El cáncer en la piel creará lesiones o bultos anormalmente grandes. También podría mostrarse como un lunar que cambia repentinamente de color, como en el caso del melanoma. Sin embargo, se debe consultar a un médico cada vez que se produzca un cambio significativo en el color de las pecas, incluso aquellas ubicadas en un área con poca exposición al sol.
Se culpa a la luz ultravioleta del sol de crear pecas y cáncer, aunque la primera no es necesariamente un precursor de la segunda. Según la Clínica Mayo, esta es solo una causa, ya que no explica todos los tipos de cáncer de piel que ocurren en áreas de la piel que no suelen estar expuestas al sol. Otros factores que conducen al cáncer de piel incluyen piel clara, quemaduras solares excesivas, exposición al arsénico, una gran cantidad de lesiones o lunares, una predisposición genética y un sistema inmunológico comprometido. Aunque las personas de piel clara son más propensas a presentar pecas, esto no significa que las pecas realmente hayan causado el cáncer, solo la sensibilidad de la piel.
Los médicos sugieren con regularidad proteger la piel de los rayos ultravioleta mediante el uso de un bloqueador solar potente, especialmente cuando se pasa varias horas bajo la luz solar directa. Esto ayuda a prevenir la formación de pecas y cáncer en la piel. Incluso con esta protección, durante el transcurso de la vida, las personas con la piel más clara son más propensas a tener melanocitos (células productoras de pigmento en la epidermis) que se sobreproducen para crear pecas.