¿Qué es la displasia leve?

El término «displasia» se refiere a cambios celulares anormales del cuello uterino. La displasia leve es la etapa menos grave y significa que las células del cuello uterino de una mujer son levemente anormales. Otros términos para la displasia leve incluyen lesiones intraepiteliales escamosas de grado bajo y neoplasia intraepitelial cervical, grado 1. Si no se trata, la displasia leve puede progresar a etapas más graves e incluso a cáncer de cuello uterino durante el transcurso de 10 años o más.

El virus del papiloma humano (VPH) casi siempre es la causa de la displasia cervical. El VPH es una infección de transmisión sexual común que generalmente se transmite a través del sexo vaginal o anal. Algunos tipos de VPH pueden causar verrugas genitales y otros tipos pueden provocar displasia cervical.

Una mujer no experimenta ningún síntoma con displasia leve. Por lo general, los síntomas no se desarrollan hasta que la displasia ha progresado y se vuelve cancerosa, por lo que es crucial que las mujeres se realicen pruebas de Papanicolau con regularidad. Las pruebas de Papanicolaou, como se las llama comúnmente, pueden detectar la displasia cervical y permitir una intervención temprana cuando sea necesario.

En la mayoría de los casos, la displasia leve desaparece por sí sola y es posible que una mujer no necesite ningún tratamiento. Una vez que se detecta, un médico puede determinar la gravedad y decidir si es necesario un tratamiento. A menudo, un médico programará a una mujer para que se realicen pruebas de Papanicolaou con más frecuencia para observar cambios celulares adicionales. Algunas mujeres con displasia leve se someten a una colposcopia, que es un procedimiento médico que le permite al médico examinar las células del cuello uterino más de cerca. Un médico puede tomar una muestra de tejido para realizar una biopsia durante este procedimiento.

Si la displasia progresa, existen varias opciones de tratamiento. Un médico puede usar un procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa (LEEP) para extirpar tejido anormal. Con criocirugía o criocauterización, el médico usa una criosonda para congelar y destruir células anormales. Otra opción es la ablación con láser, que es cuando un médico usa un láser para matar las células anormales del cuello uterino.

Las mujeres que eran sexualmente activas antes de los 18 años, que han tenido múltiples parejas sexuales o dieron a luz antes de los 16 años tienen un mayor riesgo de desarrollar displasia cervical. Las mujeres con el sistema inmunológico debilitado y las que fuman también tienen más probabilidades de padecerlo. Una mujer puede reducir su riesgo practicando la monogamia y usando condones durante las relaciones sexuales, lo que ayudará a reducir el riesgo de contraer el VPH. Las mujeres de entre 9 y 26 años también pueden vacunarse contra algunos tipos de VPH.

El pronóstico para las mujeres con displasia leve es excelente. Muchos casos se resuelven por sí solos y los casos que persisten se pueden tratar temprano antes de que progresen a cáncer de cuello uterino. Las mujeres deben realizarse pruebas de Papanicolaou de rutina para una detección y prevención exitosas.