La hinchazón de la columna suele ser el resultado de un traumatismo o procesos patológicos en la columna que provocan la acumulación de líquido. Esto puede ser peligroso para el paciente, ya que la hinchazón puede limitar el flujo de sangre a través de la médula espinal y provocar lesiones en los nervios. Después de cualquier tipo de lesión en la columna, un paciente puede recibir una evaluación médica completa para verificar si hay hinchazón. Si un paciente comienza a desarrollar síntomas neurológicos mientras se recupera de una lesión, debe informarlos a un profesional médico y obtener asesoramiento sobre cómo proceder.
El traumatismo en la columna es una causa común de inflamación de la columna. Esto puede incluir lesiones desgarradoras por caídas o accidentes automovilísticos, así como golpes directos en la columna, incluidos cortes. En respuesta al trauma, la linfa generalmente inunda el área y el paciente también puede desarrollar un hematoma, una bolsa de sangre que se encuentra dentro del canal espinal y ejerce presión sobre la médula espinal.
Otra posible causa es la enfermedad. Un absceso espinal, generalmente una complicación de un procedimiento de punción espinal, puede causar hinchazón al permitir que se acumule pus y otros líquidos. Los pacientes con artritis y otras enfermedades degenerativas de los huesos pueden ser propensos a la acumulación de líquido y pueden desarrollar una hinchazón muy rápida debido a la inflamación subyacente si sus espinas se irritan. Los tumores son otra causa potencial, al igual que los discos rotos o comprimidos.
Un profesional de la salud puede realizar un estudio de imágenes para buscar signos de hinchazón y aislar su ubicación. Los neurólogos también suelen realizar un examen físico para determinar si el paciente tiene síntomas de lesiones en la médula espinal. Esta prueba puede actuar como referencia en caso de que el paciente empeore. El profesional médico puede hojear los registros del paciente para ver cómo se desempeñó anteriormente en las pruebas de función neurológica.
Los tratamientos para la hinchazón de la columna dependen de la causa subyacente. La cirugía puede ser necesaria para corregir un problema inmediato o aliviar la presión sobre la columna. Los medicamentos pueden reducir la hinchazón, al igual que el reposo y la aplicación de hielo en la columna para prevenir una mayor inflamación y lesiones. Si un paciente comienza a experimentar complicaciones neurológicas, como incontinencia o dificultad para respirar, necesita cuidados de apoyo. Esto mantendrá al paciente estable mientras recibe tratamiento para la hinchazón. Si la lesión parece de naturaleza permanente, el paciente puede hacer la transición a fisioterapia para desarrollar habilidades que pueda usar para compensar los cambios en sus habilidades.