La tecnología de reconocimiento de iris se utiliza para identificar a las personas al fotografiar el iris de sus ojos. Se incluye en una categoría de tecnología conocida como autenticación basada en biometría, también llamada seguridad biométrica. Esta tecnología se ha vuelto popular en aplicaciones de seguridad debido a su facilidad de uso, precisión y seguridad. Su uso más común es controlar el acceso a áreas de alta seguridad.
La tecnología funciona combinando visión por computadora, reconocimiento de patrones y óptica. Primero, una cámara de video en blanco y negro hace zoom en el iris y graba una imagen nítida del mismo. El iris está iluminado por una luz de bajo nivel para ayudar a la cámara a enfocar. Luego, un cuadro de este video se digitaliza en un archivo de 512 bytes y se almacena en una base de datos de computadora.
Esta imagen se puede grabar desde una distancia de hasta 16 cm (40.64 pulgadas), por lo que no es necesario ningún contacto físico. La identidad de un individuo se puede confirmar tomando otra foto de su iris y comparándola con la base de datos, de modo que la tecnología pueda confirmar la identidad de una persona en unos pocos segundos.
Los anteojos o lentes de contacto no interfieren con el funcionamiento de la tecnología de reconocimiento de iris. Muy pocos procedimientos quirúrgicos implican alterar el iris, en cuyo caso sería necesario volver a inscribirlo en la base de datos. Las personas ciegas, siempre que tengan un iris presente para escanear, también pueden identificarse de esta manera.
El reconocimiento de iris ofrece la mayor precisión en la identificación de personas con cualquier método disponible. Esto se debe a que no hay dos iris iguales, ni entre gemelos idénticos, ni siquiera entre el ojo izquierdo y derecho de la misma persona. Los lirios también son estables; a diferencia de otras características de identificación que pueden cambiar con la edad, el patrón del iris de una persona está completamente formado a los diez meses de edad y permanece igual durante toda su vida. Esta tecnología también es precisa porque utiliza más de 240 puntos de referencia en un patrón de iris como base para una coincidencia. En comparación, las huellas dactilares utilizan alrededor de 60.
La tecnología se utiliza actualmente en puntos de acceso físicos que exigen alta seguridad, como aeropuertos, edificios gubernamentales y laboratorios de investigación. Algunos hoteles incluso han experimentado con su uso en lugar de la llave de la habitación. Existe la posibilidad de que reemplace la mayoría de las formas actuales de identificación basada en el acceso físico, incluida cualquier cosa que requiera una contraseña, un número de identificación personal (PIN) o una llave, como transacciones electrónicas, acceso a edificios o encendido de un automóvil. A diferencia de los métodos físicos de identificación, un iris no se puede robar, perder ni olvidar, por lo que la tecnología aborda los problemas de administración de contraseñas y fraude.