¿Cómo tomo la frecuencia respiratoria de mi caballo?

La frecuencia respiratoria de su caballo es uno de los signos vitales clave (pulso, respiración y temperatura) para evaluar el estado actual de salud y estabilidad de su caballo. Con algunas pautas simples, puede familiarizarse con la frecuencia respiratoria promedio de su caballo. Es importante saber qué valores tiene su caballo cuando está sano, ya que su frecuencia normal puede estar un poco por encima o por debajo de la frecuencia respiratoria promedio. Al tomar estas medidas antes de la aparición de una enfermedad, podrá interpretar los cambios de manera adecuada.

Hay varias formas diferentes de medir la frecuencia respiratoria de su caballo. Lo más fácil es quedarse quieto y observar el suave ascenso y descenso del área de las costillas de su caballo. También puede apoyar suavemente su mano en su costado y sentir la inspiración y la expiración.

Es mejor no intentar observar visualmente el movimiento de sus fosas nasales, ya que la respiración a menudo es demasiado sutil para ver. Se puede observar un ligero brote durante las frecuencias respiratorias más altas. Algunas personas prefieren usar un estetoscopio para medir la frecuencia respiratoria de un caballo, pero debido a que la respiración es tan silenciosa, a menudo es más difícil de controlar.

Es importante recordar que el conteo de una respiración es un ciclo completo de inhalación y exhalación. Es posible que desee comenzar por observar a su caballo después de haber hecho ejercicio y su frecuencia respiratoria es más fuerte y más alta. Luego, una vez que esté familiarizado con su respiración, puede practicar cómo obtener un recuento preciso en su estado de reposo.

La frecuencia respiratoria promedio de un caballo adulto es de ocho a veinte respiraciones por minuto. Puede usar una lectura de 30 segundos y duplicar ese número para su total. Es mejor no bajar de un cálculo de 30 segundos.
Es importante tener en cuenta que la frecuencia respiratoria de su caballo aumenta con la edad, el ejercicio, la fiebre, el clima cálido y húmedo, el dolor y el embarazo. Las llamaradas inusuales de sus fosas nasales, espuma o comida masticada en las fosas nasales son signos de angustia y se requiere una mayor investigación. Las respiraciones breves en un caballo en reposo o los movimientos exagerados de las costillas también son señales de alerta de que su caballo necesita atención.

Una de las reglas más importantes que debe recordar es que la frecuencia respiratoria de su caballo nunca debe exceder su frecuencia cardíaca. Esta información, junto con sus otros signos vitales, debe comunicarse a su veterinario.