Un termómetro Galileo es un termómetro muy simple y sorprendentemente preciso que lleva el nombre de Galileo Galilei, un célebre científico del siglo XVI. Si bien estos termómetros se mantienen principalmente como artículos novedosos, también se pueden utilizar como medidas funcionales de la temperatura. También brindan oportunidades de enseñanza para aquellos con niños pequeños que recién están comenzando a aprender sobre las ciencias.
El diseño de un termómetro Galileo incluye un tubo de vidrio sellado, lleno de líquido y una serie de pesas. A medida que cambia la temperatura, el líquido cambia de densidad, lo que hace que los pesos suban o bajen en el tubo. Clásicamente, un grupo de pesos que son menos densos que el líquido flotan cerca de la parte superior del tubo, mientras que los pesos más densos se hunden hasta el fondo. La temperatura se lee buscando la banda entre los dos conjuntos de pesos y promediando la temperatura de los pesos a cada lado de la banda. A veces, se suspenderá un solo peso en el medio de la banda, y este peso refleja la temperatura actual.
En la forma más básica, el termómetro Galileo simplemente tiene pesas con discos metálicos adjuntos que indican la temperatura. Sin embargo, muchos fabricantes colocan los pesos en burbujas de vidrio que pueden ser de colores brillantes. Las burbujas están calibradas para que todas tengan la misma densidad, garantizando que actúen de forma puramente ornamental y no influyan en el funcionamiento del termómetro. Otros objetos que no sean burbujas de vidrio también se pueden usar como adornos en el termómetro.
El diseño muy simplista aprovecha la propiedad de flotabilidad, y si los pesos se calibran correctamente, las lecturas de temperatura pueden ser extremadamente precisas. Aquellos que sientan curiosidad por la precisión de un termómetro Galileo pueden comparar su rendimiento con otro tipo de termómetro para determinar qué tan bien se hicieron las pesas. Las diferencias entre los pesos deben ser extremadamente sutiles, lo que puede hacer que los errores sean obvios.
Este tipo de termómetro se puede utilizar en interiores o exteriores, y se puede suspender en un marco o montar en un bloque que le permita sentarse sobre una mesa. Debido a que lee la temperatura ambiente que lo rodea inmediatamente, es importante pensar en la ubicación. Si se coloca al sol, por ejemplo, el líquido se calentará, provocando que el termómetro registre una temperatura muy alta. Asimismo, colocar el termómetro Galileo junto a una estufa o en un área muy fría de la casa resultará en una lectura sesgada.