Alvin es un vehículo de inmersión profunda (DSV), el primero de su clase, diseñado para explorar el fondo del océano. Los submarinos nucleares modernos, como la clase Seawolf estadounidense, tienen una profundidad de aplastamiento de 2,400 pies (730 m), mientras que el DSV tiene una profundidad de aplastamiento de 15,000 pies (4,000 m). Alvin se construyó en el Grupo Electrónico de General Mills y se puso en servicio el 5 de junio de 1964. Con un peso de 16 toneladas, es propiedad de la Marina de los Estados Unidos y es operado por la Institución Oceanográfica Woods Hole (WHOI) en Woods Hole, Massachusetts. A lo largo de sus más de 40 años de servicio de oceanografía, el vehículo ha recibido una revisión completa en varias ocasiones.
Este DSV fue construido para reemplazar batiscafos y otros vehículos de oceanografía menos maniobrables. Uno de sus principales materiales estructurales es la espuma sintáctica, un material compuesto que consiste en microesferas de vidrio incrustadas en una matriz de resina epoxi. La espuma sintáctica es flotante, pero puede soportar presiones extremas. En su profundidad máxima, la presión sobre el vehículo equivale a 40 atmósferas.
Debido a que se han construido tan pocas embarcaciones de su clase, Alvin puede reclamar múltiples logros únicos, tanto prácticos como científicos. El 7 de abril de 1966, se empleó para recuperar una bomba de hidrógeno de 1.45 megatones perdida durante un accidente de reabastecimiento de combustible de la Fuerza Aérea de los EE. UU. Conocido como el Incidente de la Bomba de Hidrógeno de Palomares. Se utilizó una técnica matemática, la búsqueda bayesiana, para decidir qué áreas del fondo del océano buscar. La búsqueda duró varias semanas.
En 1977, Alvin logró un gran logro al ubicar fumadores negros, un tipo de respiradero hidrotermal, alrededor de las Islas Galápagos en el Pacífico. Los fumadores negros son notables porque albergan uno de los únicos ecosistemas de la Tierra completamente independiente de la energía del Sol. Alrededor de estos respiraderos, las bacterias quimiotróficas prosperan a partir de sustancias químicas liberadas, lo que permite el crecimiento de animales que se alimentan de ellas, como mejillones, camarones y gusanos tubícolas.
Una de las aplicaciones más famosas de Alvin en oceanografía fue su exploración del RMS Titanic en 1986. Las imágenes de video tomadas desde el submarino se transmitieron en varios documentales de televisión, y muchas de las fotos también fueron publicadas por la National Geographic Society, una importante patrocinador de la expedición.