¿Qué es la biodegradabilidad?

La capacidad de un entorno natural para descomponer químicamente un objeto se denomina biodegradabilidad. Algunos materiales se descomponen en partes orgánicas mucho más rápido que otros, por lo que se los denomina biodegradables. Medir la biodegradabilidad de un objeto puede determinar cuánto tiempo durará en su forma actual.
El proceso que causa la biodegradabilidad es esencialmente la descomposición o la pudrición. Un objeto enterrado o abandonado se desarma lentamente por los microorganismos circundantes, las bacterias y la exposición a los elementos. Si bien la descomposición observable es visible en algunos elementos en cuestión de horas, otros materiales pueden permanecer esencialmente sin cambios durante siglos o incluso milenios. Esto genera una preocupación considerable sobre la cantidad de basura no biodegradable creada a través del consumo humano y ha llevado a un impulso para utilizar productos más biodegradables.

Normalmente, los materiales construidos a partir de material vegetal o animal tienen una alta tasa de biodegradabilidad. El papel, hecho principalmente de pulpa de árbol, se degradará con bastante rapidez en un entorno natural, porque la Tierra contiene naturalmente los microorganismos para descomponer dicho material. Los materiales que son principalmente hechos por el hombre, por otro lado, no necesariamente tienen mecanismos naturales para descomponer el material.

La biodegradabilidad es una parte importante de las discusiones sobre ecología. En todo el mundo, los vertederos se construyen como enormes pozos de basura para desechos de todo tipo. Si bien los materiales biodegradables se descomponen rápidamente y se convierten en materiales orgánicos, los materiales que se degradan lentamente, como el plástico pesado, durarán siglos. La durabilidad de las sustancias no biodegradables empuja rápidamente a los vertederos a sobrepasar su capacidad y puede hacer que se reduzca el espacio de almacenamiento de desechos. Los estudios de los vertederos también han demostrado que el entorno artificial dentro del vertedero en sí puede no ser propicio para la biodegradabilidad, ya que los desechos pueden no recibir suficiente luz o tener la interacción adecuada con los microorganismos necesaria para causar la descomposición.

Desde que se hizo evidente la importancia de la biodegradabilidad, muchos fabricantes han logrado grandes avances en la mejora de la biodegradabilidad de productos comunes. Los materiales de embalaje, por ejemplo, a menudo están hechos de papel fácilmente reciclable y que se degrada rápidamente, a diferencia del material de embalaje de plástico o espuma de poliestireno que antes era popular y que se descompone lentamente. Se han creado nuevas fórmulas para plásticos que permiten una biodegradación más rápida al reducir el peso molecular de los componentes.

Para ayudar a frenar la expansión de los vertederos, los consumidores pueden querer buscar productos que estén hechos principalmente de ingredientes naturales. Algunas empresas conocedoras del medio ambiente incluso incluirán productos en la lista de biodegradables, con la esperanza de atraer clientes interesados ​​en prevenir la propagación de residuos. Dado que el uso de productos completamente naturales es algo difícil de manejar, intente reutilizar y reciclar productos de descomposición lenta como botellas de agua de plástico cuando sea posible.