Los delirios paranoicos suelen ser un síntoma de la enfermedad mental conocida como trastorno delirante, aunque también pueden acompañar a otras enfermedades mentales como la esquizofrenia. El tratamiento de los delirios paranoicos suele incluir una psicoterapia intensiva y, a menudo, a largo plazo. Los medicamentos psicoactivos pueden ser útiles en el tratamiento de algunos tipos de delirios paranoides, especialmente cuando el paciente cree erróneamente que padece una afección médica o una deformidad física. El apoyo social, especialmente de familiares y amigos, también se considera importante para quienes luchan por recuperarse de los delirios paranoicos. Estos delirios suelen ocurrir cuando el paciente tiene creencias extrañas y falsas.
Los profesionales psiquiátricos generalmente están de acuerdo en que estos pacientes pueden beneficiarse de un programa integral de psicoterapia, si el terapeuta actúa con cuidado y con respeto por los sentimientos de sospecha del paciente. Estos pacientes a menudo pueden sufrir ansiedad concurrente o trastornos depresivos, por lo que a menudo se considera mejor ofrecer tratamiento para estas afecciones al principio. La mayoría de los expertos creen que el terapeuta eficaz comenzará a desafiar suavemente las creencias delirantes paranoides solo después de que el paciente haya aprendido a confiar en el terapeuta, lo que puede requerir varios meses de terapia regular.
Una vez que el terapeuta se ha ganado la confianza del paciente, una combinación de técnicas terapéuticas puede ayudar al paciente a recuperarse gradualmente. La psicoterapia individual y la terapia cognitivo-conductual (TCC) se utilizan generalmente para ayudar al paciente a comprender lentamente sus procesos de pensamiento desordenados y corregirlos. Por lo general, se aconseja a los terapeutas que sean directos, honestos y solidarios. Enfocarse en corregir los problemas de la vida del paciente y saludar sus logros se suele considerar estrategias más efectivas que criticar al paciente o alentarlo a la introspección. La terapia de apoyo social también se considera útil, ya que puede ayudar al paciente a aprender cómo funcionar normalmente en un entorno social, y la terapia familiar puede ayudar a los seres queridos del paciente a aprender cómo ofrecer apoyo para la recuperación del paciente.
Si bien los medicamentos antipsicóticos están disponibles para el tratamiento de los delirios paranoicos, a menudo no son efectivos. Muchos pacientes no toman estos medicamentos de manera constante o se niegan a tomarlos por completo. Esto puede deberse a que la naturaleza de su trastorno delirante les hace desconfiar de los demás, por lo que llegan a creer que las drogas los dañarán de alguna manera. Esta sospecha también puede dificultar el tratamiento de estos pacientes a través de la psicoterapia, ya que suelen tener dificultades para establecer una relación de confianza con el terapeuta. Muchos pacientes que padecen delirios paranoicos se resisten a la terapia y algunos se niegan a someterse a ella, y por lo general no se recomienda la institucionalización a menos que se considere que el paciente es peligroso.