El atenolol, un medicamento que se usa para tratar el dolor de pecho y la presión arterial alta, puede causar algunos efectos secundarios comunes del atenolol en ciertos pacientes. A menudo, estos incluyen mareos, fatiga, presión arterial baja o frecuencia cardíaca más lenta y manos y pies fríos o entumecidos. Los efectos secundarios raros pero graves incluyen una reacción alérgica, dolor de pecho, desmayos, latidos cardíacos irregulares y dificultad para respirar. Si se presentan síntomas alarmantes, como dolor en el pecho o latidos cardíacos irregulares, la paciente debe comunicarse con su médico de inmediato o visitar la sala de emergencias para obtener ayuda.
Los efectos secundarios comunes del atenolol que son persistentes o molestos también deben informarse a un médico. Puede producirse hormigueo y entumecimiento en las manos y los pies, pero si empeora, el paciente debe buscar atención médica. La depresión, el aumento del cansancio y los mareos pueden manifestarse junto con otros síntomas o por separado. Si los síntomas son graves o no desaparecen después de tomar el medicamento durante dos o tres semanas, la paciente debe pedirle a su médico un examen para asegurarse de que es seguro seguir tomando atenolol.
Debido a su uso previsto para tratar el dolor de pecho y la presión arterial alta, los efectos secundarios del atenolol pueden incluir presión arterial baja y latidos cardíacos más lentos. Dependiendo de cuán bajo bajen estas tasas, estos efectos secundarios pueden requerir atención médica. Incluso cuando los efectos secundarios no están presentes, el médico de la paciente debe programar un examen de seguimiento para ver cómo está reaccionando su cuerpo al medicamento.
En casos raros, pueden aparecer síntomas graves que requieren atención médica inmediata. Estos incluyen dificultad para respirar, ocasionalmente como resultado de una reacción alérgica. Otros efectos secundarios problemáticos del atenolol incluyen hinchazón repentina en los brazos y piernas, sensación de mareo o desmayo. También se deben informar al médico los cambios en el estado mental del paciente, como confusión o ansiedad repentina.
Si los efectos secundarios del atenolol resultan demasiado graves o molestos para que el paciente siga tomando atenolol, el médico puede prescribir un tratamiento o una opción de medicación diferente. Si el médico cree que el atenolol es la mejor solución para el problema del paciente, puede pedirle que continúe tomando el medicamento y ver si los efectos secundarios desaparecen. Es importante que el paciente mantenga informado a su médico de cualquier cambio, incluso menor, en los efectos secundarios que experimenta.
Después de un período de dos a tres semanas, o un período de tiempo determinado por el médico, el paciente debe comunicarse con el médico si continúan los efectos secundarios. Los efectos secundarios menos invasivos incluyen somnolencia, sueños más vívidos o más frecuentes y presión arterial ligeramente baja, y estos pueden desaparecer con el tiempo. Otros efectos secundarios comunes pero más frustrantes, como depresión, náuseas o dolor en las piernas y los brazos que no desaparecen, pueden indicar que el atenolol simplemente no es la mejor opción para el paciente.