¿Cómo extraen los médicos un stent pancreático?

Un stent pancreático es un tubo delgado que se implanta quirúrgicamente en un conducto pancreático para permitir el drenaje. Los stents se retiran típicamente mediante colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) o colangiopancreatoscopia asistida por duodenoscopio (DACP). Antes del procedimiento, se sedará a los pacientes y se tomará una radiografía del área para ver la posición del stent. Luego, se usará un endoscopio y, a veces, un duodenoscopio para ver el conducto pancreático mientras el cirujano retira el stent con unas pinzas o un lazo. Después del procedimiento, es posible que se solicite a los pacientes que asistan a varios controles posoperatorios para observar los resultados de la extracción del stent.

Los stents pancreáticos se retiran habitualmente con la ayuda de una CPRE. Este es un procedimiento que implica el uso de una radiografía y un endoscopio especializado. Un endoscopio es una herramienta que proyecta imágenes de órganos internos, tejidos y otras estructuras en una pantalla de visualización cuando se inserta en el cuerpo. Los endoscopios son huecos, lo que también permite a los médicos insertar y utilizar herramientas especializadas. En algunos casos, también se usa un duodenoscopio para ver el tracto gastrointestinal.

Antes de retirar un stent pancreático, se seda a los pacientes y se les administra anestesia local para adormecer la garganta. Durante este procedimiento también se puede utilizar anestesia general, que hará que el paciente duerma profundamente. Esto dependerá del nivel de ansiedad del paciente, la preferencia del cirujano y la complejidad del procedimiento. Para prepararse para el procedimiento, el cirujano también puede tomar radiografías del stent pancreático para determinar si el objeto ha migrado o cambiado.

Una vez que el paciente ha sido sedado, se colocará al individuo de lado y se insertará el endoscopio en la boca. El endoscopio se guiará por el esófago, a través del estómago y hasta el stent pancreático. Si es necesario, el endoscopio también se puede insertar a través de una pequeña incisión en el abdomen. Al llegar al área, el endoscopio proyectará la imagen del conducto, el stent y los tejidos circundantes en una pantalla de visualización. Si el cirujano necesita una mejor vista del stent pancreático, también se puede usar un duodenoscopio para ver el área.

Luego, el cirujano agarrará el stent con un lazo o pinzas endoscópicas. Si el stent se ha movido, se realizará una pequeña incisión con una aguja en el conducto pancreático para hacer que el stent sea más accesible. El stent se sacará del conducto y se retirará a través del canal del instrumento. Siempre que sea posible, los stents se retiran sin dañar los conductos o los tejidos circundantes.

Después de la extracción del stent, se retirará el endoscopio del paciente. Si se ha realizado una incisión, se limpiará y cerrará la herida. El paciente será supervisado mientras recupera la conciencia total. Para asegurar que la colocación de la endoprótesis pancreática fue exitosa, los pacientes generalmente deberán realizar varias visitas posoperatorias a su médico. Durante estas citas, el médico determinará si el conducto pancreático está drenando correctamente o si se requiere un tratamiento adicional.