La toxicidad de las estatinas se refiere a un estado en el que los niveles de una estatina son altos y están causando efectos secundarios no deseados y potencialmente peligrosos, generalmente musculares o hepáticos. En caso de producirse toxicidad por estatinas, el médico que prescribe reducirá la dosis o suspenderá el medicamento por completo, según la gravedad de los síntomas. Si se experimenta algún efecto secundario no deseado durante el tratamiento con estatinas, se debe buscar atención médica de inmediato.
Los medicamentos con estatinas pertenecen a la clase de medicamentos llamados inhibidores de la HMG-CoA reductasa, que se usan para tratar la hipercolesterolemia o el colesterol alto. Actúan bloqueando la enzima HMG Co-A reductasa, que participa en la producción de colesterol en el hígado. Hay numerosos medicamentos en la clase y cada uno de ellos puede ser conocido por diferentes nombres comerciales en diferentes países, según el fabricante. La atorvastatina, pravastatina, rosuvastatina y simvastatina son ejemplos de fármacos de la clase.
Como ocurre con cualquier medicamento, las estatinas pueden provocar efectos adversos no deseados. Para prevenir, o al menos minimizar el riesgo de toxicidad por estatinas, nunca se debe exceder la dosis prescrita y la frecuencia de administración. La dosis recomendada difiere entre los medicamentos de la clase. Diferentes personas metabolizan los medicamentos a diferentes velocidades, por lo que cuando una estatina puede ser adecuada para una persona en una dosis específica, puede no serlo para la siguiente.
Uno de los efectos adversos notificados con mayor frecuencia debido a la toxicidad de las estatinas es la miotoxicidad. Estos son efectos adversos que involucran a los músculos y pueden variar desde dolores musculares leves y dolores hasta rabdomiólisis, una condición en la que se descompone el tejido muscular del cuerpo. Esta condición puede ser potencialmente fatal si no se trata. El médico que prescribe controlará las molestias musculares y realizará pruebas de laboratorio para evitar que los efectos secundarios progresen. Es por esta razón que es vital que se informe al médico de inmediato de cualquier efecto secundario muscular.
La toxicidad de las estatinas también puede causar otros efectos secundarios no deseados. También puede ocurrir hepatotoxicidad o daño hepático cuando se usan estatinas para tratar el colesterol alto. Se puede recomendar la monitorización de rutina de la función hepática, especialmente en pacientes considerados de alto riesgo. Las estatinas pueden estar contraindicadas en personas con afecciones hepáticas subyacentes, por lo que deben comentarse con el médico.
Las interacciones con otros medicamentos, incluidos los medicamentos homeopáticos, de venta libre y complementarios, pueden aumentar los niveles del fármaco y causar toxicidad por estatinas. Antes de iniciar una estatina, estos deben ser informados al médico que prescribe y si ya está tomando una estatina, primero se deben discutir los medicamentos adicionales antes de comenzar. La comunicación abierta entre médico, farmacéutico y paciente es esencial para minimizar la posibilidad de toxicidad por estatinas.