Se ha pensado que el peróxido de hidrógeno es una forma eficaz de limpiar heridas, porque es un antiséptico que no es doloroso cuando se aplica sobre la carne abierta. Sin embargo, algunos estudios han indicado que el peróxido de hidrógeno podría no ser útil para el tratamiento de heridas, ya que daña tejidos nuevos y provoca un retraso en la cicatrización. Muchos expertos creen que el peróxido de hidrógeno es útil para limpiar la suciedad de la superficie y los desechos de heridas menores cuando no se dispone de agua y jabón, pero se desaconseja el uso prolongado de peróxido en las heridas debido a la naturaleza abrasiva del peróxido.
La aplicación de peróxido sobre las heridas produce un burbujeo efervescente que hace que parezca que la herida se está limpiando a fondo. Los investigadores que desaconsejan el uso de peróxido como tratamiento de heridas no niegan que el peróxido mata la suciedad y las bacterias. Una de las principales desventajas del peróxido es que la solución es tan abrasiva, incluso cuando se diluye con agua, que el proceso de curación natural que tiene lugar dentro de las células de la piel se detiene después de la aplicación. El daño que el peróxido le hace a la piel puede manifestarse con sequedad, picazón y decoloración alrededor y dentro de la herida. Las heridas que han sido tratadas con peróxido normalmente tardan más en sanar que las heridas que han sido tratadas con agua y jabón, y una herida que está abierta por más tiempo tiene un mayor riesgo de infección.
Aunque el peróxido de hidrógeno no se recomienda como tratamiento primario para las heridas, puede ayudar a mantener una herida limpia en una emergencia. Cuando no se dispone de agua y jabón, el peróxido puede limpiar la herida disolviendo la suciedad y los escombros o expulsándola con sus burbujas espumosas. El peróxido es de bajo costo y portátil, y a menudo se usa en heridas leves adquiridas durante accidentes al aire libre cuando no se puede acceder a otros métodos de tratamiento. Cuando hay sangre seca en la superficie de la herida, el peróxido puede ser muy eficaz, ya que disolverá la sangre y dejará la herida limpia para otros tratamientos.
Los expertos recomiendan enjuagar una herida con agua y limpiarla con jabón en lugar de usar peróxido regularmente en las heridas. Se puede aplicar un ungüento antibiótico para prevenir infecciones o tratar infecciones existentes. Se debe contactar a un profesional médico cuando una herida es grave o una infección ha persistido durante varios días. Se prefiere la pomada antibiótica sobre el uso de peróxido en las heridas, porque la pomada antibiótica es suave e hidratante, y promueve la curación en lugar de dificultarla. La herida debe limpiarse con agua y jabón al menos dos veces al día, y deben seguirse todas las instrucciones del empaque al aplicar la pomada antibiótica, hasta que la herida haya cicatrizado.