El tratamiento de un tumor de riñón dependerá de su tamaño y de la salud general del paciente. Aproximadamente el 30% de los tumores en esta área son benignos, pero, dado que muchos de estos pueden volverse cancerosos, generalmente se extirpan quirúrgicamente. La primera línea de tratamiento para la mayoría de los casos de cáncer de riñón es la cirugía, ya sea extirpando el tumor o extirpando todo el riñón. Para los pacientes en los que la cirugía puede ser demasiado peligrosa, hay varias alternativas disponibles, que incluyen congelar o calentar las células cancerosas, varios tipos de terapia con medicamentos o un procedimiento para bloquear el suministro de sangre al tumor.
Uno de los modos quirúrgicos de tratamiento para un tumor de riñón se llama nefrectomía. En una nefrectomía radical, no solo se extrae el riñón, sino también un margen de tejido sano y los ganglios linfáticos relacionados. Además, se puede extirpar la glándula suprarrenal si parece que el tumor se ha extendido tanto. La cirugía se puede realizar a través de una gran incisión o por vía laparoscópica. Una nefrectomía laparoscópica se administra a través de unas pequeñas incisiones con la ayuda de una cámara de video y pequeños instrumentos quirúrgicos.
El otro tipo de cirugía para una masa renal se llama nefrectomía parcial, que es la extirpación del tumor del riñón. Esto implica extirpar solo el tumor renal junto con un pequeño borde de tejido sano a su alrededor. Al igual que una nefrectomía, esta intervención quirúrgica con conservación de nefronas también se puede administrar a través de una incisión grande o por medios laparoscópicos. Se recomienda una nefrectomía parcial cuando el tumor es pequeño o cuando solo hay un riñón.
Hay otras opciones disponibles para el tratamiento de un tumor de riñón cuando la cirugía es demasiado peligrosa. Se puede usar un procedimiento llamado embolización, que evita que el suministro de sangre llegue al tumor. Se puede considerar la crioablación, que implica enfriar o congelar las células cancerosas. Otra alternativa es la ablación por radiofrecuencia, que consiste en la aplicación de calor a las células cancerosas. Aún no se han publicado datos adecuados a largo plazo sobre la seguridad y eficacia de los dos últimos procedimientos.
El tratamiento para el cáncer de riñón que ha avanzado o es recurrente puede involucrar diferentes medios. Se empleará cirugía para extirpar la mayor cantidad posible de cáncer. Se puede usar terapia biológica o medicamentos usados para estimular el sistema inmunológico del cuerpo. Otra opción es la terapia dirigida, que es un medicamento que se usa para bloquear las señales anormales en las células cancerosas que conducen a su proliferación. La quimioterapia, que es el uso de medicamentos que erradican las células cancerosas, se puede usar tanto antes como después de la cirugía.