Es posible que no pueda poner precio a la felicidad, pero una nueva investigación sugiere que puede ponerle un precio a la medicina milagrosa. En un estudio reciente, 12 personas con enfermedad de Parkinson recibieron dos inyecciones de solución salina idénticas (es decir, placebos) pero se les dijo que uno de los medicamentos costaba $ 1,500 USD y el otro $ 100 USD. La primera inyección produjo una mejora del doble en el funcionamiento motor en comparación con la segunda, y ambas mostraron una mejora con respecto a los números de referencia de los pacientes. Los investigadores sugieren que dado que los pacientes de Parkinson han disminuido la producción de dopamina a medida que la enfermedad empeora, la simple creencia de que un nuevo medicamento podría ayudar fue suficiente para que sus cerebros produzcan más dopamina. Posteriormente, dos tercios de los voluntarios que mostraron la mayor mejora dijeron que creían que la inyección más cara proporcionaría el mayor beneficio.
Lo bueno y lo malo de los placebos:
En algunos casos, la administración de placebos ha provocado un «efecto placebo inverso» en el que los pacientes experimentan efectos secundarios no asociados con ningún medicamento.
Los ensayos clínicos suelen comparar los medicamentos nuevos con los que ya están en uso, no los medicamentos nuevos con placebos.
Algunos pacientes, en particular los que sufren de depresión, TDAH y síndrome del intestino irritable, han mostrado una mejoría incluso cuando se les dijo que estaban recibiendo un placebo.