Recetar zolpidem para el manejo del dolor es inusual para los médicos, aunque puede ayudar a aliviar algunos síntomas. Este medicamento también se conoce como Ambien® y generalmente se prescribe para pacientes que experimentan insomnio. Dado que este medicamento es un sedante que hace que los músculos se relajen, puede proporcionar cierto nivel de alivio del dolor a quienes experimentan este tipo de malestar. El uso de zolpidem puede causar dolor muscular y calambres en algunos pacientes, y este es uno de los efectos secundarios del medicamento.
Este medicamento generalmente se prescribe como un tratamiento a corto plazo para el insomnio. Una persona que lo toma durante más de 14 días puede descubrir que ya no le ayuda a reducir la velocidad por la noche y quedarse dormido. Las personas que todavía encuentran que necesitan ayuda para conciliar el sueño después de algunas semanas deben consultar a su médico para discutir sus opciones de medicamentos, que pueden incluir cambiar a un medicamento diferente para un uso más prolongado.
Un paciente que experimenta tensión en los músculos debido a la ansiedad u otras afecciones médicas puede encontrar útil tomar zolpidem para el dolor. Este medicamento está clasificado como no benzodiazepina. Al igual que otras drogas de esta categoría, actúa como sedante o «tranquilizante». Ayuda al usuario a relajarse y quedarse dormido. Una vez que la persona se ha quedado dormida, ambien puede ayudarla a permanecer dormida por más tiempo.
Si bien tomar zolpidem para el dolor no es la razón habitual para recetar este medicamento, el paciente debe asegurarse de que su médico sepa si está tomando otros medicamentos. La combinación de zolpidem con alcohol o medicamentos similares puede aumentar exponencialmente los efectos sedantes de la droga. El médico necesita saber sobre los medicamentos que está tomando el paciente, ya sea que estén disponibles sin receta, medicamentos recetados o ilegales. El paciente también debe informar si está usando algún remedio a base de hierbas o tomando suplementos vitamínicos, ya que el medicamento también puede reaccionar con ellos.
Los efectos secundarios del zolpidem incluyen calambres y dolores musculares, somnolencia o «resaca» por la mañana después de tomarlo y mareos. Una persona que toma zolpidem para el dolor o cualquier otro motivo también puede experimentar dolores de cabeza, malestar estomacal o sequedad de boca. Las mujeres en edad fértil que toman zolpidem pueden experimentar períodos menstruales más abundantes de lo habitual. Algunas personas se vuelven adictas a la droga y experimentan síntomas de abstinencia física si intentan dejar de consumirla de una vez. El dolor y los calambres pueden ser signos de esta afección.
Un paciente que esté considerando tomar zolpidem para el dolor debe discutir el tipo y la gravedad del malestar con su médico. Hay varias opciones disponibles para alguien que sufre. El médico y el paciente pueden trabajar juntos para encontrar uno que funcione.