¿Qué es la braquiterapia?

La braquiterapia es un tipo de radioterapia que se usa para tratar ciertos tipos de cáncer. También conocido como implantación de semillas, este tratamiento implica la implantación de una pequeña pastilla radiactiva en un tumor, lo que permite que la radiación destruya las células cancerosas con el tiempo. La braquiterapia se considera una forma extremadamente eficaz de tratar varios tipos de cáncer, incluidos los de próstata, pulmón, recto, mama y cuello uterino. Este tratamiento tiene la ventaja adicional de causar menos efectos secundarios que la radioterapia convencional.

En la radioterapia convencional, conocida como radioterapia de haz externo, el paciente se acuesta sobre una superficie mientras se dirige un haz de radiación a la ubicación del tumor. La radiación es emitida por un equipo llamado acelerador lineal, que utiliza tecnología de microondas para generar rayos X ionizantes. Estos rayos son tóxicos para las células, y el haz se concentra y dirige para apuntar específicamente a las células cancerosas. A pesar de los esfuerzos realizados para atacar solo el tumor, los efectos secundarios ocurren en casi todos los casos debido a los efectos de la radiación en los tejidos circundantes.

La braquiterapia se diferencia de la terapia de haz externo en varios aspectos. Primero, la radiación se administra desde el interior del cuerpo, en lugar de desde fuera del cuerpo. Esto se logra mediante la implantación de un gránulo microscópico, o semilla, dentro del propio tumor, utilizando un catéter o una aguja. Una vez que se ha implantado la semilla, su ubicación se confirma con una resonancia magnética, una tomografía computarizada u otra exploración por imágenes, y la ubicación se ajusta según sea necesario. La semilla está encerrada en una cápsula de metal, que en sí misma no es radiactiva pero permite que la radiación pase a los tejidos circundantes.

Otra diferencia entre la braquiterapia y la terapia de haz externo es que la radiación emitida por la semilla viaja solo una corta distancia. La semilla emite radiación en un radio alrededor de sí misma y, cuando se implanta correctamente, las células tumorales se ven afectadas mientras que el tejido sano no se daña. Como resultado, este tipo de terapia contra el cáncer causa menos efectos secundarios, que generalmente son menos graves. A menudo, los efectos secundarios se limitan a cierta sensibilidad e hinchazón en el lugar donde se implantó la semilla. Además, el tratamiento tiende a ser más eficaz porque el uso de una semilla radiactiva sellada permite el uso de una dosis más alta de radiación de la que sería posible con la terapia de haz externo.

Hay dos tipos principales de braquiterapia: temporal y permanente. Cuando la terapia es temporal, se administra una dosis más alta de radiación en semillas que se dejan en su lugar por poco tiempo. A menudo, el paciente que recibe la terapia permanece en un hospital mientras las semillas están en su lugar. Si la terapia es permanente, se usa una dosis más baja de radiación y el paciente puede regresar a casa poco tiempo después de que se haya implantado la semilla. Aunque el peligro es mínimo, el paciente debe tener cuidado de limitar el contacto cercano con mujeres embarazadas y con niños.