El término «potenciación» se refiere al aumento de la eficacia de un medicamento a través de las acciones de otros compuestos. La potenciación puede ocurrir al tomar otros medicamentos, comer ciertos alimentos o usar algunos suplementos dietéticos. La potenciación de opioides generalmente se refiere a aumentar la eficacia de las terapias con opioides, que generalmente se usan para tratar el dolor. Algunas personas que usan opioides para el dolor usan la potenciación para recibir un mayor beneficio terapéutico de su medicación sin tener que aumentar su dosis. El conocimiento sobre la potenciación también puede ayudar a las personas que toman opioides a evitar aumentar los efectos de su medicación sin darse cuenta.
Hay algunas formas diferentes en las que se puede producir la potenciación de los opioides. Los opioides son degradados o metabolizados por enzimas en el hígado, y algunas otras sustancias con una mejor capacidad para unirse a estas enzimas reducirán efectivamente la velocidad de descomposición de los opioides, lo que hará que sean efectivos durante un período de tiempo más prolongado. Algunos compuestos, como los antiácidos, modifican la acidez del estómago, lo que permite que los opioides ingresen más fácilmente al torrente sanguíneo. La potenciación también puede tener lugar en el cerebro, donde ciertos medicamentos pueden tener efectos sinérgicos con los opioides, aumentando su potencia.
Una amplia variedad de compuestos pueden causar potenciación de opioides, y algunos de estos son medicamentos, alimentos y bebidas más comunes que los pacientes que usan terapias para el dolor deben conocer. Las comidas ricas en grasas también pueden ayudar a que algunos opioides atraviesen el revestimiento del estómago hacia el torrente sanguíneo, produciendo un aumento en su intensidad. El jugo de toronja contiene varios compuestos que inhiben la actividad de las enzimas hepáticas que normalmente ayudan a descomponer estos medicamentos. Cuando se consumen de 30 minutos a una hora antes de tomar analgésicos opiáceos para el dolor, sus efectos pueden fortalecerse y durar más tiempo.
Se pueden producir efectos similares sobre las enzimas hepáticas con varios medicamentos. El antiácido cimetidina puede ejercer este efecto, al igual que el dextrometorfano, un antitusivo. Sin embargo, la potenciación de opioides no ocurrirá con todos los analgésicos opiáceos de esta manera. Algunos medicamentos, como la codeína, deben ser metabolizados por enzimas en otras formas para que sean eficaces. Tomar este tipo de medicamentos con sustancias que inhiben las enzimas hepáticas en realidad disminuirá su eficacia.
Dentro del cerebro mismo, la potenciación de los opioides puede ocurrir de varias formas, con varios fármacos. Los antihistamínicos como la difenhidramina pueden aumentar las propiedades inductoras del sueño de los opioides, sin aumentar necesariamente el efecto analgésico. Sin embargo, otros fármacos como la cafeína o compuestos antiinflamatorios no esteroides como la aspirina pueden intensificar las propiedades analgésicas de los opioides. Las personas que los tomen deben investigar la posibilidad de interacciones con otros medicamentos, suplementos dietéticos y alimentos comunes que deben tener en cuenta, lo que posiblemente cause que se produzca una potenciación.