Las gotas nasales salinas son una solución líquida que se puede colocar en la nariz por una variedad de razones. Por ejemplo, estas gotas pueden usarse para tratar la congestión nasal causada por resfriados y alergias, así como para irrigar los senos nasales. También se utilizan para humedecer las partes secas de la nariz y algunos médicos las recomiendan para su uso después de una cirugía nasal. Estas gotas suelen ser utilizadas por personas que desean tratar la congestión sin ingerir medicamentos.
La solución salina que se usa en las gotas nasales se prepara disolviendo cloruro de sodio o sal de mesa en agua. El cloruro de sodio se considera seguro no solo para las preparaciones de gotas nasales, sino también para hacer cloro para usar en el tratamiento del agua y la conservación de alimentos. La solución salina se usa ampliamente en preparaciones para la salud para todo, desde reemplazar los líquidos perdidos en pacientes deshidratados hasta almacenar lentes de contacto.
Encontrar gotas nasales de solución salina generalmente requiere un viaje a una farmacia o tienda de comestibles. Las gotas se venden listas para usar y, por lo general, brindan instrucciones que detallan con qué frecuencia deben usarse y cuántas gotas debe colocar un paciente en la nariz. Sin embargo, algunas personas prefieren hacer sus propias gotas para ahorrar dinero. Otros quieren evitar los aditivos que se encuentran en muchas preparaciones comerciales. Algunas gotas nasales salinas comerciales contienen aditivos como alcohol bencílico, yodo y benzalconio sódico.
Para aquellos que prefieren hacer sus propias gotas nasales salinas, el proceso es bastante simple e implica mezclar aproximadamente 1 cucharadita (4.92 mililitros) de sal no yodada en una taza (236.58 mililitros) de agua y hervir la mezcla durante unos 10 minutos. Después de hervir, es importante mantener la solución estéril, evitando la introducción de sustancias nocivas en el cuerpo. Para este propósito, una persona puede esterilizar un frasco de vidrio y usarlo para almacenar sus gotas nasales, sellándolo con una tapa. Una vez sellado, puede almacenarse durante aproximadamente 30 días, aunque debe usarse dentro de las 48 horas posteriores a la apertura del frasco. Luego, un paciente puede usar una jeringa de perilla limpia para extraer la solución del frasco y colocar un par de gotas, o la cantidad recomendada por un médico, en cada fosa nasal.
Aunque la mayoría de las personas usan gotas nasales salinas sin problemas, algunas personas notan ardor cuando las usan. Es más probable que se desarrolle esta quema cuando se utilizan preparaciones comerciales que contienen aditivos en lugar de variedades caseras o soluciones salinas sin productos químicos añadidos. Además, algunas personas pueden tener una reacción alérgica a la solución salina, que puede incluir urticaria, picazón, hinchazón de partes de la cara o problemas respiratorios.