¿Qué es el Zeroscaping?

Zeroscaping es una filosofía de paisajismo de bajo nivel de agua que pone un gran énfasis en el uso de plantas nativas y suculentas para crear un jardín hermoso y de aspecto natural. A menudo, se incluyen rocas de jardín, grava y características escultóricas para crear un aspecto sobrio y simple que algunos jardineros encuentran bastante elegante. En otros casos, un jardín con espacio cero puede ser una profusión de exuberantes plantas nativas. Las personas que se especializan en zeroscaping se conocen como zeroscapers.

El concepto está estrechamente relacionado con el xeriscaping, una escuela de jardinería que tiene como objetivo crear hermosos jardines en paisajes secos o duros. Ambos aprovechan las plantas nativas que prosperan naturalmente en el entorno en el que se planta el jardín, junto con una variedad de trucos para conservar el agua y usarla de manera eficiente. En áreas secas y desérticas, el zeroscaping incluye una gran cantidad de cactus y suculentas, mientras que las áreas más húmedas pueden tener jardines llenos de follaje.

Hay varias razones para practicar el zeroscaping. Muchos municipios lo alientan, ya que el zeroscaping está diseñado para ser muy eficiente en el uso de agua. En algunas regiones, las ciudades patrocinan concursos y recorridos por jardines para que la gente se interese más en el zeroscaping como concepto. El bajo consumo de agua beneficia al medio ambiente, mantiene bajas las facturas de agua y es parte de una filosofía conservacionista más general.

Además, dado que el zeroscaping se centra en las plantas nativas, es una excelente manera de preservar las especies de plantas nativas y celebrar la flora local. Los jardines hechos con plantas no autóctonas pueden empezar a parecer bastante artificiales y también requieren mucho trabajo, ya que estas plantas pueden no estar acostumbradas a las condiciones imperantes. Las plantas nativas, por otro lado, prosperarán con un trabajo mínimo y, a menudo, se ven bastante hermosas, especialmente cuando están bien dispuestas en un esquema de zeroscaping bien pensado.

Finalmente, el zeroscaping encarna una amplia gama de preferencias estéticas, desde escasos jardines zen hasta complejos disturbios de color de múltiples capas. Zeroscaping se puede usar para exhibir una colección de rocas y esculturas reunidas en los viajes del jardinero, o puede hacer un escape exuberante del mundo real. En ambos casos, el zeroscaping está íntimamente relacionado con la tierra.

Como es el caso de un jardín normal, un jardín con espacio cero requiere mucho trabajo al principio. Se deben elaborar planos detallados de paisajismo, con parcelas de lo que se va a plantar donde, para que el jardín tenga un aspecto cohesivo y agradable cuando esté terminado. Una vez que las cosas estén plantadas y establecidas, el jardín deberá desyerbarse con regularidad, pero no debería requerir un riego extensivo, como es el caso de un jardín más convencional. Dependiendo del aspecto deseado, algunos jardineros también invierten tiempo y energía en recortar y dar forma a las plantas en un jardín con espacio cero, mientras que otros prefieren dejar que sus plantas corran desenfrenadas para que el jardín imite el entorno natural más de cerca.