¿Cuáles son las ventajas del lavado con enzimas?

Cuando se agregan enzimas al detergente para ropa, se agrega un gran impulso al poder de limpieza. Las enzimas atacan las manchas y las descomponen para que se eliminen más fácilmente. El lavado con enzimas tiene muchas ventajas, como ser mejor para el medio ambiente que los detergentes químicos; permitir que la ropa se lave con agua fría, lo que puede reducir los costos de energía; y suavizar los tejidos que se lavan con enzimas.

Diferentes enzimas atacan diferentes tipos de manchas, incluida la tierra. Por ejemplo, si una prenda de vestir tiene una mancha de comida, lo más probable es que la mancha contenga lípidos, que son grasas. Una lipasa enzimática descompondría la mancha y la eliminaría fácilmente, por lo que el uso de un lavado enzimático puede ayudar a garantizar colores más brillantes y ropa más duradera.

El lavado con enzimas es mejor para el medio ambiente que el uso de productos químicos para lavar la ropa, porque las enzimas son biodegradables, por lo que se descomponen en lugar de permanecer en el suministro de agua. Las enzimas también funcionan bien con agua fría, lo que puede reducir la factura de energía. No se necesita necesariamente agua caliente para quitar las manchas. La alta concentración de enzimas significa que se puede usar menos detergente por carga de ropa, lo que también ahorra dinero.

Otra ventaja del lavado con enzimas es que las enzimas suavizan la tela y le dan un aspecto acabado. Por ejemplo, las empresas de mezclilla utilizan lavados con enzimas para que los jeans se vean bien usados ​​y cómodos. Esto permite una sensación más suave y desgastada sin comprometer la resistencia y la calidad de la mezclilla. Otras alternativas, como el lavado a la piedra, pueden desgastar la mezclilla y afectar su duración. El lavado con enzimas también funciona bien a cualquier temperatura, lo que significa que la ropa delicada se puede limpiar sin dañarla.

El uso de enzimas en detergentes se originó antes de la década de 1920, pero se necesitaron décadas para perfeccionar el proceso. Muchos fabricantes de detergentes inicialmente se resistieron a la inclusión de enzimas, pero las enzimas se volvieron comunes en los detergentes en polvo en la década de 1970. A principios del siglo XXI, la mayoría de los detergentes para ropa tenían enzimas.