El reciclaje es un proceso en el que los artículos desechables o desechados se reutilizan para hacerlos valiosos, útiles o simplemente estéticamente agradables. El reciclaje está diseñado para trabajar en oposición a la cultura del consumidor, alentando a las personas a pensar en formas nuevas e innovadoras de usar las cosas, en lugar de simplemente comprar nuevos bienes de consumo. También beneficia al medio ambiente, al promover la reutilización sobre el descarte siempre que sea posible.
Como la mayoría de la gente pobre sabe, el reciclaje se ha practicado durante siglos, y las fábricas han utilizado durante mucho tiempo técnicas innovadoras de reciclaje para garantizar que nada de lo que manipulan se desperdicie. Por ejemplo, los procesadores de granos a menudo queman materiales de desecho como cáscaras y tallos para alimentar sus plantas, lo que elimina los desechos y hace que sus operaciones sean más eficientes. El concepto de reciclaje hacia arriba para el consumidor promedio se popularizó en un libro de 2002, Cradle to Cradle, que fue diseñado para que las personas reconsideren la forma en que usan y se relacionan con las cosas.
Hay todo tipo de ejemplos de reciclaje, que van desde la construcción de casas con materiales totalmente desechados hasta la conversión de bolsas de plástico en hilo para tejer. Todos pueden reciclar, lo cual es parte del atractivo, y las personas pueden participar en cualquier nivel con el que se sientan cómodos, desde hurgar en contenedores de basura para rescatar cosas útiles y reutilizar contenedores en lugar de tirarlos o tirarlos.
Según la filosofía del upcycling, todo tiene un uso o valor potencial, aunque puede ser necesario un poco de pensamiento creativo para descubrir cuál es ese uso. Al reciclar, las personas generan cantidades mínimas de basura y reducen su impacto ambiental al consumir menos, lo que ejerce menos presión sobre los fabricantes y productores.
En algunos casos, surgen comunidades enteras de recicladores, con personas que intercambian conocimientos, bienes y materiales. Por ejemplo, una tejedora puede hacer bolsas de transporte, alfombras de baño y otros materiales con cosas como bolsas de plástico trituradas, sábanas y trapos, y cambiar estos artículos por cosas útiles como estanterías construidas con cajas de frutas o joyas hechas con botellas desechadas.
Reciclar es esencialmente la «reutilización» en «reducir, reutilizar, reciclar». Muchas personas descubren que una vez que comienzan a reciclar, es difícil detenerse y constantemente vienen a la mente nuevas ideas para reciclar. En comunidades grandes, han surgido centros de reciclaje y puestos comerciales, lo que permite a las personas expandir el reciclaje más allá del hogar, convirtiéndolo en un modo viable de hacer negocios además de una filosofía personal.