Crippleware es un término para hardware o software que se ha modificado para que ya no sea completamente funcional. En general, se considera un término despectivo y no es un término que los fabricantes utilizarían para referirse a sus propios productos. Hay una serie de razones para lanzar software paralítico, pero en última instancia, todas se reducen a problemas económicos. A muchos consumidores no les gusta el software paralizante debido a la falta de funcionalidad y facilidad de uso asociadas con él, y porque refleja un esfuerzo consciente por parte del fabricante para paralizar sus propios productos.
Una de las versiones más comunes y relativamente benignas de crippleware es una copia de prueba o evaluación del software. En este caso, es posible que el programa no sea completamente funcional, pero permite al consumidor tener una idea de cómo funciona el programa. Si al consumidor le gusta, puede pagar una clave de registro para que el software esté completamente activo. En algunos casos, un fabricante puede lanzar una versión de crippleware que está completamente separada de la versión completa, para desalentar el craqueo.
El término también se puede utilizar en referencia al hardware. Algunos fabricantes lanzan versiones de equipos que carecen de algunas funciones para alentar a los consumidores a actualizar. El precio más bajo del crippleware induce a los consumidores a comprar el producto, pero finalmente lo actualizan porque se sienten frustrados por las características limitadas. Los fabricantes de computadoras son conocidos por esta práctica.
En otro caso, el software se lanza en forma de software paralizante para animar a los consumidores a actualizarse. Muchas compañías de telefonía celular se involucran en esto, paralizando la funcionalidad de sus teléfonos para que los suscriptores paguen más por funciones adicionales que normalmente son parte del teléfono. Las empresas de freeware o shareware también hacen esto, con la esperanza de ganar dinero con las actualizaciones, ya que el costo inicial del producto es bajo o inexistente.
“Crippleware” también se utiliza en referencia a los programas de manejo de música que utilizan la gestión de derechos digitales (DRM). DRM tiene como objetivo garantizar que no se violen las restricciones de derechos de autor, pero algunos consumidores sienten que DRM es excesivo y, de hecho, restringe sus libertades con productos de música y películas. Los consumidores de varias naciones han protestado por la incorporación de DRM en música digitalizada, programas de gestión de música y discos multimedia como DVD. En algunos casos, DRM también es anticompetitivo, lo que genera preocupaciones sobre un mercado abierto para los medios digitales, y algunos artistas se preguntan si DRM es o no una buena forma de administrar su trabajo.