La tecnología persuasiva intenta cambiar la forma en que los usuarios piensan y se comportan. Esta área de las ciencias de la computación combina varias disciplinas para aprovechar la forma en que los usuarios interactúan con la tecnología para crear cambios en la forma en que perciben el mundo que los rodea. Las aplicaciones de la tecnología persuasiva pueden incluir publicidad, educación sanitaria y activismo político. Muchos ejemplos son omnipresentes y es posible que los usuarios no sean conscientes de la forma en que la tecnología que los rodea afecta su comportamiento, hábitos y actitudes.
Los principios de la psicología juegan un papel clave en la tecnología persuasiva, cuyo objetivo es convencer a las personas de que adopten cambios en sus vidas, en lugar de intentar coaccionarlas. La psicología explica cómo y por qué las personas responden a argumentos persuasivos e ilustra la forma en que diferentes entornos pueden afectar la respuesta del usuario. Las personas pueden ver una fuente en Internet como más confiable, por ejemplo, si se presenta en texto plano en un sitio con una apariencia visual sombría, en contraste con un sitio desordenado lleno de animaciones y colores brillantes. Los cambios en el diseño y la estructura del sitio pueden tener un impacto en la forma en que las personas usan el sitio.
Los investigadores en publicidad han llevado a cabo extensos experimentos en tecnología persuasiva para determinar cómo se puede persuadir a las personas para que realicen compras y cambien sus hábitos de compra. Esta investigación informa las técnicas publicitarias que se utilizan en las plataformas tecnológicas, desde anuncios publicitarios intermitentes en sitios web hasta quioscos publicitarios en centros comerciales. La información de la investigación publicitaria ayuda a las personas a diseñar campañas de concienciación política, divulgación de salud pública y otras formas de tecnología persuasiva.
Los hábitos y las actitudes pueden estar profundamente arraigados y puede ser necesario un enfoque lento y sutil para crear un cambio en la forma en que las personas se comportan. La tecnología persuasiva explota la psicología humana para lograr estos cambios en campañas que pueden estar dirigidas a una variedad de grupos. Los diseñadores deben considerar en quién quieren influir, ya que diferentes grupos pueden tener respuestas bastante variadas a las campañas. Por ejemplo, una campaña puede basarse en la confianza mutua a través de una red social para atraer a los usuarios más jóvenes de Internet.
La investigación sobre este tema también plantea algunas cuestiones éticas. Las personas que entienden cómo influir en las personas podrían abusar de él para promover campañas de tecnología persuasiva antisocial. Algunos investigadores están interesados en los abusos potenciales, como el uso de campañas de alarmante para influir en los votantes con información aterradora y falsa. Comprender cómo, cuándo y por qué las personas responden a los materiales que encuentran puede ser útil para contrarrestar dichas campañas o perseguir casos legales relacionados con campañas que son injustas o difamatorias.