Un casillero digital es un espacio de almacenamiento de archivos en servidores a los que se puede acceder a través de Internet. Los servidores son propiedad y están administrados por una empresa que ofrece espacio en el disco duro al público para almacenar archivos por una tarifa. La centralización de los archivos en un servidor remoto al que se puede acceder a través de Internet permite al usuario hacer uso de esos archivos en cualquier computadora o dispositivo con acceso a la Web. Esto evita el problema de la localización, donde los archivos se almacenan en casa o en una oficina en un único disco duro físico al que solo se puede acceder iniciando sesión en la computadora directamente.
El término «casillero digital» fue utilizado por primera vez por Microsoft® como nombre de propiedad de parte de su servicio Windows Marketplace. En ese momento, permitió a los clientes descargar las aplicaciones compradas de los servidores de la empresa. Se colocó una copia de la aplicación en el casillero digital del cliente para que pudiera descargarse nuevamente en el futuro si fuera necesario, como cuando el cliente se actualizó a una computadora nueva y quiso restaurar sus aplicaciones compradas. Este servicio fue diseñado para reemplazar la entrega física de software en forma de CD y DVD. La centralización de programas en un servidor controlado por la empresa se diseñó para cambiar la experiencia del consumidor, ofreciendo acceso inmediato a las compras de software mediante descarga, protección contra pérdida o daño de un disco físico y administración de actualizaciones.
Los casilleros digitales son ahora parte de la terminología de la computación en la nube. La computación en la nube es el movimiento hacia aplicaciones basadas en navegador y almacenamiento de archivos fuera del sitio, donde los programas y archivos se ubican en servidores centralizados administrados por una empresa de tecnología y son accesibles desde cualquier dispositivo habilitado para Internet por una tarifa. El casillero digital es el espacio asignado al cliente en el servidor donde puede iniciar sesión y administrar su material.
Básicamente, existen dos configuraciones populares del casillero digital. El primero está centrado en multimedia. Permite el almacenamiento de archivos multimedia, como canciones, fotos, películas y videos, para permitir que los clientes disfruten de sus archivos de entretenimiento en cualquier dispositivo conectado. Las empresas que ofrecen este servicio lo valoran en función de la cantidad de espacio que necesita el cliente para almacenar sus archivos.
La segunda configuración también permite el almacenamiento de archivos normales además de archivos multimedia. También almacena datos para la gestión de información personal, como calendarios y contactos, y sincroniza la información entre dispositivos. Este tipo de casillero digital también puede permitir la colaboración de documentos, donde a varias personas se les asigna permiso para acceder y editar ciertos archivos junto con otros.