La respuesta corta a esta pregunta es sí, pero la respuesta larga es mucho más complicada. De hecho, existe todo un campo dedicado al estudio de los rasgos genéticos de la personalidad y el comportamiento; este campo se conoce como genética del comportamiento. Los científicos en este campo combinan un estudio de genética, psicología y etnología para estudiar las tendencias de comportamiento en varias poblaciones de humanos y animales. A medida que se desentrañan los misterios del genoma humano, este campo de estudio se expande rápidamente.
Al observar las influencias genéticas en la personalidad, es importante recordar que los genes por sí solos no son responsables. En primer lugar, los rasgos de personalidad genética son poligénicos, lo que significa que involucran múltiples genes, no un solo gen. Por lo tanto, el estudio de estos rasgos es extremadamente complejo, ya que los científicos aún no comprenden completamente cómo estos genes interactúan entre sí, y mucho menos cómo interactúan con otros genes. Además, las influencias ambientales pueden tener un gran impacto en la personalidad, aunque estas influencias pueden interactuar con los genes de alguien.
Las personas que estudian los rasgos de personalidad genética observan grandes poblaciones en un intento de identificar características compartidas. Aquí es donde la etnografía es importante, ya que los científicos quieren estar seguros de que están obteniendo una muestra precisa para asegurarse de que su trabajo sea válido. Algunos estudios también han sido extremadamente complicados, que han durado muchos años en un intento de analizar múltiples generaciones y entornos. El estudio de los animales ha revelado numerosos rasgos de personalidad que son claramente genéticos, ya que pueden ser adaptaciones específicas de especies a entornos únicos.
En los seres humanos, se han identificado varios rasgos genéticos de personalidad. Los científicos han observado que cosas como las enfermedades mentales y el alcoholismo parecen tener vínculos genéticos, y muchas familias presentan incidencias estadísticamente inusuales de estas afecciones. Los rasgos de personalidad que se transmiten también pueden ser más sutiles; algunas familias, por ejemplo, parecen transmitir una tendencia general de comportamiento antisocial, aunque puede ser difícil precisar tics y tendencias conductuales específicas.
Es difícil estudiar éticamente los rasgos genéticos de la personalidad, ya que muchos factores pueden unirse para influir en el desarrollo de una persona. Los científicos deben confiar en el estudio observacional, ya que la manipulación del entorno humano generalmente se considera poco ética. Los estudios de gemelos han resultado particularmente interesantes para los psicólogos que estudian este tipo de rasgos de personalidad, ya que los gemelos pueden convertirse en personas notablemente similares a pesar de estar separados al nacer. Dos gemelos que nunca se han conocido, por ejemplo, podrían decidir convertirse en bomberos, lo que sugiere un vínculo genético claro entre sus personalidades.