Una gran cantidad de comunicación se lleva a cabo en estos días por vía electrónica. La gente envía correos electrónicos, faxes y archivos con la ayuda de computadoras. Con todos y cada uno de los archivos que se envían electrónicamente, incluso los correos electrónicos, existe la posibilidad de una brecha de seguridad.
Los piratas informáticos viven para los desafíos, pero se ganan la vida con los no desafíos. Para proteger los datos que transfiere electrónicamente, es posible que desee invertir en una firma digital. Esta es una forma poderosa y tecnológicamente avanzada de asegurarse de que su comunicado llegue solo al destinatario previsto. Una firma digital es una firma electrónica que se puede adjuntar a los documentos para demostrar que el contenido original sigue siendo el contenido del registro. En otras palabras, un documento que contiene una firma digital ha sido certificado por su remitente como exacto a sus intenciones y no ha sido alterado por un tercero no intencionado.
Uno de los componentes principales de una firma digital es su marca de tiempo. Esto le dice tanto al remitente como al destinatario la hora exacta a la que se envió el archivo. El remitente puede hacer coincidir la marca de tiempo con su correo electrónico u otro método de transferencia de archivos para demostrar que nadie interceptó el archivo y alteró sus datos en tránsito, o peor aún, robó sus datos para que la transferencia nunca tuvo lugar.
Una firma digital suele ser el producto de una aplicación de software dedicada, aunque puede incluirse como parte de otra aplicación. La función de generador de números aleatorios de una computadora genera una serie de 0 y 1 que componen una secuencia de letras y números para proteger sus datos al permitir que el destinatario previsto verifique que el archivo se haya cifrado según sus especificaciones.
Técnicamente, el proceso de firma digital rompe los datos digitales y todos sus aspectos en un puñado de líneas de código. Este proceso se denomina hash y el conjunto de codificación resultante se denomina resumen de mensajes. A continuación, el software de firma digital cifra el resumen del mensaje. Por otro lado, se requiere un programa de descifrado para convertir el resumen del mensaje en un documento «sin hash».
Algo más está sucediendo aquí también. La persona que crea la firma digital usa una “clave” de datos privados para hacer el hash. Su otra «clave», una pública, es conocida por el destinatario previsto. Cuando el remitente transmite datos utilizando la firma digital, el destinatario ingresa la clave pública del remitente y puede descifrar el documento. Solo si la clave privada del remitente, que el destinatario no ve, está intacta, el archivo aparecerá sin defectos, como estaba previsto.
No es necesario ser un experto en código para utilizar una firma digital. Solo necesita tener el software necesario en ambos lados de la ecuación de la firma digital. Solo entonces puede estar seguro de que sus documentos transferidos están seguros de principio a fin.