El coaching de vida se ha convertido en una de las profesiones más buscadas de la última década. Una combinación de terapia y consultoría, también extrae técnicas de sociología, orientación profesional y capacitación en gestión. Este servicio es visto como una asociación continua y sin prejuicios, más que como una relación profesional y con el cliente.
Un entrenador de vida trabaja individualmente con un cliente para apoyar el crecimiento personal, la modificación del comportamiento y el establecimiento de objetivos. Basado en la premisa de que la mayoría de las personas pueden lograr sus objetivos si se guían adecuadamente, un entrenador de vida actuará como mentor, ayudando al cliente en el proceso de tomar las acciones necesarias para mejorar la vida necesarias para tomar el control del futuro. El entrenador no se enfoca en revisar eventos pasados o analizar fallas anteriores. A través de una serie de pasos alcanzables, un entrenador de vida ayuda a los clientes a superar los miedos y lograr el equilibrio tanto en su vida personal como profesional.
Debido a que el proceso de coaching se basa en la confianza, es importante elegir un coach con el que se sienta cómodo. A veces es necesario probar algunos profesionales antes de encontrar la pareja perfecta. Un entrenador de vida no puede hacer nada por un cliente a menos que el cliente esté listo para entrar en acción. Él o ella es una caja de resonancia para las ideas, pero el trabajo final depende del cliente. El entrenamiento tampoco es apropiado si el cliente está deprimido o necesita un terapeuta profesional.
No se requiere un título o entrenamiento formal para convertirse en un entrenador de vida. Tanto los psicólogos como los profesionales sin credenciales pueden trabajar como entrenadores de vida. Hay una serie de programas de capacitación disponibles para las personas que desean convertirse en un entrenador personal, pero debido a que no existen estándares regulatorios oficiales, es difícil diferenciar lo bueno de lo malo. La recientemente formada Federación Internacional de Entrenadores ahora está trabajando para regular la industria del entrenamiento al proporcionar un conjunto de estándares y una serie de niveles de acreditación.
Contratar un entrenador de vida no es barato. El profesional promedio cobra 165 dólares estadounidenses (USD) por una sesión cara a cara de 45 minutos, con un compromiso mínimo de cinco sesiones requeridas. Muchos entrenadores ahora ofrecen en línea o por teléfono, lo que tiende a ser más barato. Otra forma de ahorrar dinero es comprar un paquete de sesiones de entrenamiento a la vez.