Un corredor de capital de riesgo actúa como intermediario para reunir a empresarios e inversores con dinero inicial. Este trabajo requiere una variedad de habilidades financieras, comerciales y de comunicación para cumplir y conectar a estas dos partes. Los corredores no son tradicionalmente parte de las empresas de capital de riesgo y cobran una tarifa por sus servicios. Además, esta profesión se mira con cierto escepticismo porque tiene una historia desafortunada de estafas, pero hay formas de establecer legitimidad.
Muchas veces, una nueva empresa tiene una gran idea para un producto o servicio y los inversores tienen el dinero para invertir, pero las dos partes no saben cómo encontrarse. El deber principal de un corredor de capital de riesgo es reunir a estos dos grupos para crear una asociación productiva que ayude a financiar el nuevo negocio y a recuperar el dinero de los inversores más las ganancias. Un corredor debe ser capaz de comprender la estructura compleja de las asociaciones comerciales, las necesidades exactas de la empresa de nueva creación, las expectativas de los inversores y tener fuertes habilidades de comunicación para poner todo en términos que cada parte comprende. Los corredores no necesariamente tienen requisitos educativos específicos para el trabajo, pero un título en negocios proporciona una buena base para desarrollar estos talentos. Además, un corredor de capital de riesgo también debe tener conexiones tanto en el mundo de la inversión como en el emprendimiento para encontrar constantemente nuevos negocios.
Un corredor de capital de riesgo suele ser un tercero independiente en lugar de un miembro del equipo de inversión o de la nueva empresa. Como resultado, el corredor generalmente cobra una suma global por los servicios en lugar de un porcentaje de ganancia. Esto puede ser una tarifa fija o un porcentaje del dinero recaudado. Las empresas de capital de riesgo tradicionalmente no emplean a corredores porque la tarifa afectaría negativamente el resultado final.
El escándalo y las percepciones negativas son un problema para un corredor de capital de riesgo porque, desafortunadamente, existe la sensación de que algunas de estas personas son estafadores. Los escándalos pasados han involucrado a los llamados corredores que inventaron una nueva empresa y estafaron dinero de los inversores. Afortunadamente, hay dos métodos que ayudan a los corredores a demostrar su legitimidad a los posibles clientes: certificación y referencias. La certificación del corredor de capital de riesgo está disponible en los EE. UU. A través de la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera (FINRA) y consiste en una prueba para garantizar que el corredor comprende las responsabilidades y complejidades del trabajo. Proporcionar referencias de inversores y nuevas empresas con las que un corredor ha trabajado anteriormente es otra forma de establecer la legitimidad.